‘Democracia y Libertad en el PP’, la corriente crítica contra el ‘marianismo’, dice tener delegados en todas las provincias y viajan por España para lograr adhesiones

‘Democracia y Libertad en el PP’ llevaba varios años trabajando a nivel provincial en Málaga cuando, tras la derrota electoral en marzo, decidieron extender el movimiento por el resto de España.

Hoy engloba a más de 3.000 militantes, simpatizantes y ex afiliados ‘populares’ descontentos con la línea que ha tomado el partido. Critican el excesivo inmovilismo de los líderes y la servidumbre de gran parte del partido.

Según el ideario de esta plataforma, en el PP está ocurriendo lo mismo que en mayo de 1808, y los líderes se han convertido en ‘afrancesados’ acomodados en su puesto, donde lo importante no es ganar unas elecciones sino “seguir en el cargo”.

Entre sus afiliados, tal y como asegura un portavoz oficial a El Confidencial Digital, “se encuentran algunos eurodiputados”, de los que no ha trascendido su nombre para guardar su intimidad.

Cada cierto tiempo, los delegados provinciales viajan y se reúnen para hablar sobre el estado de la asociación y del partido. De hecho, se están elaborando informes sobre los distintos congresos ‘populares’ que se están celebrando. En esos documentos se destacan aquellos errores, aspectos a mejorar y prácticas “poco democráticas” que, bajo su punto de vista, se dan en la elección de los nuevos candidatos regionales.

“Hay quien nos llama fascistas, pero si a tratar de dialogar y llegar a un entendimiento para que el funcionamiento del Partido Popular sea más democrático se le llama fascismo, pues sí, somos fascistas”, asegura la portavoz nacional.

Los integrantes de este movimiento han tratado de ponerse en contacto con María Dolores de Cospedal y Javier Arenas “para que no digan que lavamos la ropa sucia fuera de casa”, pero los dirigentes no se han puesto al teléfono “ni han devuelto las llamadas”, aseguran.

Entre los objetivos de ‘Democracia y Libertad en el PP’ se encuentra el de lograr la dimisión de Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Javier Arenas, a los que se culpa de la actual situación del partido. También abogan por listas abiertas, primarias “a todos los niveles”, capacidad de voto de todos los militantes y limitación de los cargos a un máximo de ocho años.