El general Díaz de Villegas abandonó el mando de la misión de la ONU en el Congo porque las tropas de otros países no le obedecían

El pasado 4 de junio, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de Paz de Naciones Unidas, solicitó a España, entre otras naciones, un candidato para el puesto de 'Force Commander' de MONUC. Aunque otros países también presentaron su candidatura, el general Díaz de Villegas fue finalmente el seleccionado. La duración inicial del cargo era de un año, prorrogable por otros dos. Sin embargo, desde su incorporación en septiembre hasta fechas recientes, el General no ha aceptado el modo de proceder de algunos mandos de los países participantes y tomó la decisión de dimitir.

Según las fuentes consultadas por El Confidencial Digital, la dimisión de Díaz de Villegas está directamente relacionada con algunos de los mandos subordinados de los 57 países que participan en la misión de Naciones Unidas en Congo, la MONUC, creada al amparo de la Resolución 1279 (1999) del Consejo de Seguridad. La fuerza desplegada es de unos 18.500 efectivos (16.669 militares, 714 observadores militares y 1.063 policías.

Concretamente, las mismas fuentes señalan que los “motivos personales” a los que aludió la ONU para dar a conocer la dimisión tiene que ver con el siguiente análisis que se realiza desde su entorno:

--Las fuerzas de la ONU se encuentran en una zona complicada: En medio de la guerra civil en Kivu Norte, entre tutsis -bajo el mando del general Nkunda y el más que probable apoyo de Ruanda (bien entrenados y equipados)-, y el gobierrno de Kinshasa -débil y mal entrenado-.

--En esta situación, durante el breve mandato, Díaz de Villegas ordenó a un general hindú que atacara a los rebeldes. Las posiciones de MONUC estaban en peligro y los campos de refugiados de Goma (500.000 habitantes sobre todo hutus) estaban entonces cerca de caer en manos de Nkunda. El general hindú, desobedeció la orden, siguiendo las directrices de Nueva Delhi, y rehusó al uso de la fuerza: fue sobrepasado por los rebeldes que se dirigieron a sus objetivos con rapidez.

--Cuando se produjo este suceso, a Díaz de Villegas le faltaban dos meses para pasar a la reserva. Se apunta que la "cadena de mando" allí pasaba por manos civiles y, desde hacía años, lo mandaban generales africanos. Con el general español como responsable este sistema se modificó y los británicos tomaron las riendas de la situación.

--Díaz de Villegas se dio cuenta de que resultaba imposible mandar una Fuerza de tanta envergadura desplegada en un país de un tamaño aproximado a seis veces el territorio de España, sin carreteras, ni trenes y con demasiados intereses que hacen que los que tienen la capacidad para parar la guerra la alimenten por intereses personales, aseguran los analistas consultados. Y es que “en la ONU cada uno juega el papel que más le interesa a sí mismo o a su país”, describen quienes conocen la situación de cerca.

--Otras fuentes apuntan que el motivo de la dimisión del militar español se debe a su discrepancia con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y la ONU sobre el nombre de la misión y la manera en la que se está gestionando la crisis en Congo.

Desde su salida de la Academia General Militar en 1970 como oficial de Infantería, el general Díaz de Villegas ha estado siempre vinculado a unidades operativas, principalmente de Montaña, Operaciones Especiales, y la Legión, culminando este itinerario como general jefe de la Brigada Aerotransportable. Actualmente es el comandante general de Melilla.

A lo largo de su trayectoria profesional ha estado también destinado en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales, Cuartel General del Ejército, Estado Mayor de la Defensa y Agregado de Defensa en París.

En cuanto a su experiencia en operaciones cabe señalar su participación las misiones de la OTAN en Bosnia y Herzegovina (IFOR/SFOR) y Kosovo (KFOR).

Asimismo, ha realizado numerosos cursos tanto nacionales (Mando de Tropas Paracaidistas, Montaña, Operaciones Especiales y Estado Mayor), como internacionales (los de Paracaidista Francés y Estadounidense, y el del Colegio de Defensa de la OTAN en Roma).