ERC manifiesta su preocupación por la violencia y el “deterioro de la convivencia” que acaba de aflorar en Perpiñán

El asesinato a tiros de un magrebí en Perpiñán, una semana después del linchamiento de otro miembro de esta misma comunidad por un grupo de gitanos, desató el pasado domingo una noche de violencia en la ciudad que acabó con ocho heridos, 37 detenidos, decenas de coches incendiados y muchos daños materiales. En el entorno de ERC existe una gran preocupación por lo sucedido.

El asesinato a tiros de un magrebí en Perpiñán, una semana después del linchamiento de otro miembro de esta misma comunidad por un grupo de gitanos, desató el pasado domingo una noche de violencia en la ciudad que acabó con ocho heridos, 37 detenidos, decenas de coches incendiados y muchos daños materiales. En el entorno de ERC existe una gran preocupación por lo sucedido.

Al correr la noticia del asesinato, grupos de jóvenes magrebíes se dirigieron al barrio de Saint Jacques, donde se cometió el crimen, donde rompieron cristales y quemaron coches. Los alborotadores se enfrentaron más tarde a las fuerzas del orden, que practicaron 37 detenciones y registraron dos heridos por arma de fuego, cuatro por arma blanca y dos por impacto de botellas, uno de ellos un antidisturbios.

La representación de ERC en el norte de Cataluña ha mostrado su preocupación por estos actos y por “las pruebas de deterioro de la convivencia”. El portavoz de ERC, Joan Ridaura, ha hecho un llamamiento al diálogo, al consenso y a la tolerancia como único camino por restablecer la convivencia y evitar que se consoliden en la localidad los grupos extremistas, ha dicho.

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