Así atentó ETA en Mallorca: una pareja alquiló un piso un mes antes, vigilaron el cuartel, colocaron las bombas con temporizador y huyeron antes de la primera explosión

La Policía ya conoce el ‘modus operandi’ que han empleado los etarras que atentaron en Mallorca a principios de mes y que asesinaron a dos guardias civiles. Se confirma que en el momento de la primera explosión, la que acabó con la vida de los agentes, los terroristas ya no estaban en la isla.

El Confidencial Digital ha podido conocer la conclusión a la que han llegado los investigadores tras estudiar todas las pistas que dejaron los etarras en Mallorca. Los terroristas llegaron a la capital balear aproximadamente un mes antes del primer atentado. Buscaban una localidad pequeña, cerca del cuartel de la Guardia Civil de Calvià y de la capital, Palma.

Y encontraron un apartamento en S’Arracó, en el municipio de Andratx, a unos 15 kilómetros del cuartel de la Benemérita. El trayecto en coche entre ambos puntos es de unos diez minutos. Lo que no ha podido confirmar la Policía es si los etarras alquilaron un vehículo por el elevado trasiego de turistas durante el periodo estival en la isla.

Fue una pareja, un hombre y una mujer, la que alquiló este piso, el cual sería la base de operaciones de los terroristas. Allí confeccionaron las mochilas bomba y las dos bombas lapa que más tarde colocarían en los bajos de los vehículos oficiales de la Guardia Civil. Todos los artefactos tenían un temporizador, excepto la del segundo coche patrulla que tenía un sensor de movimiento.

El objetivo de los terroristas era que las explosiones se produjeran con un tiempo de seguridad suficiente para darles tiempo a salir del archipiélago.

Las bombas colocadas en los baños fueron depositadas, en teoría, por una mujer, pues todas se encontraban en aseos femeninos.

Durante varios días, incluso semanas, los terroristas habían vigilado cuartel y se habían percatado de que varios vehículos se aparcaban en la calle. Colocaron entonces ambas bombas con el objetivo de causar una masacre –consulte más detalles pinchando aquí-.

Incluso, las fuentes consultadas por ECD apuntan que el vehículo en el que se subieron Diego Salvá y Carlos Sáinz de Tejada circuló durante varios días por la isla con el artefacto alojado en sus bajos.

Una vez colocadas las bombas en los aseos y en los vehículos del instituto armado, los etarras calcularon su huída. Debían salir antes de que hiciese explosión el primer artefacto programado. Según las investigaciones de la Policía, los terroristas dejaron Mallorca vía marítima horas antes de la primera detonación.

 

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