ETA, desesperada por su falta de efectivos, ha puesto en marcha una campaña de captación de militantes y de recopilación de información

La banda terrorista ETA ha visto como la presión policial, tanto en España como en Francia, ha mermado de manera considerable su número de efectivos. En total, 40 presuntos etarras han ingresado en prisión en 2008. Ante esta situación, la organización ha tomado medidas urgentes.

Los informes que manejan las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado (FCSE) indican que la banda terrorista tiene en estos momentos una necesidad importante de reclutar a “militantes para la causa”, explican en ese documento. La sospecha es que ETA dispone a día de hoy de unos 50 pistoleros listos y preparados para atentar, y que esta reducida cifra obliga a captar a etarras “cuantos más y cuanto antes, mejor”.

ETA cambió hace un tiempo sus métodos de captación de terroristas. Ya no se buscan tantos ‘borrokas’. El objetivo ahora es reclutar a expertos, personas más técnicas y con un alto nivel de conocimientos: especialistas en química, o periodistas, o ingenieros con conocimientos de electrónica, o encuestadores –ver noticia-.

Esta crisis por la que atraviesa el aparato de formación e información de ETA (‘endalahar’) ha obligado a la banda a implicarse de lleno, como decimos, en el reclutamiento de nuevos etarras. El aparato de captación o ‘mattin’ es, en estos momentos, uno de los comandos estanco más activos de la organización. Al frente del mismo se encuentra, se cree, Unai Zubizarreta y su labor en estos momentos es considerada como “clave”.

Hace unos meses, la famosa ‘sarea’ o red de información de posibles objetivos tuvo que integrarse en el ‘endalahar’ (antes era independiente) debido a la falta de militantes en la banda.

Pues bien, según las informaciones que posee el Ministerio del Interior, la ‘sarea’ o red de información también ha sufrido algún cambio en los últimos meses. La cantidad de información incautada en las sucesivas detenciones almacenada en ‘pen-drives’ ha obligado a la banda a extremar las precauciones.

Están comprobando que los expertos policiales consiguen, con bastantes dificultades, eso sí, descifrar el contenido de estos soportes informáticos. El sistema utilizado para encriptar los documentos –PGP o ‘Pretty Good Privacy’- está siendo descifrado.

Los etarras, por tanto, se transmiten ahora cada vez más información a través del ‘boca a boca’. Las citas entre ellos son más frencuentes y en ellas se traspasa gran cantidad de información. Esta ‘sarea’, explican las fuentes consultadas por ECD, ya no es aquel aparato que suministraba información precisa y constante. Ahora se ha diversificado mucho y su labor de recopilación se realiza de manera diferente.

 

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