Elecciones gallegas: el PP mantiene la esperanza de gobernar, para lo cual vigilará el escrutinio del voto emigrante

Nada ha quedado decidido en Galicia, tras las elecciones celebradas ayer. El Partido Popular, con 37 escaños, se encuentra a uno de la mayoría absoluta, que podría conseguir gracias a los votos de la emigración. Ocho mil papeletas le harían falta en Pontevedra para arrebatar un diputado a los socialistas, y ese resto le puede venir de los emigrantes.

Nada ha quedado decidido en Galicia, tras las elecciones celebradas ayer. El Partido Popular, con 37 escaños, se encuentra a uno de la mayoría absoluta, que podría conseguir gracias a los votos de la emigración. Ocho mil papeletas le harían falta en Pontevedra para arrebatar un diputado a los socialistas, y ese resto le puede venir de los emigrantes.

El día 27 se procederá al recuento de esos votos, que han batido también récords esta vez, igual que ha ocurrido con la participación en general, un 68,1 por ciento, que supera en cuatro puntos la del 2001. La trascendencia de esas papeletas ha hecho que los populares reclamen al Gobierno garantías sobre la custodia y recuento de los votos. El Ejecutivo, consciente de la importancia, había nombrado ya un delegado gubernativo para esa tarea.

El sentido del voto de los emigrantes no es del todo seguro. Según fuentes del PSOE, habitualmente suelen inclinarse hacia el partido que está en el Gobierno a nivel nacional, en este caso los socialistas. Las mismas fuentes dicen que solamente una vez fueron decisivos.

Otras conclusiones de los comicios gallegos son las siguientes:

-El PP valora muy positivamente la contribución de Mariano Rajoy al resultado conseguido por Fraga. Consideran que ha hecho una muy buena campaña, y que eso le ha fortalecido como líder.

-Rajoy tendrá que tomar definitivamente el mando, para decidir sobre la sucesión en Galicia (Fraga ha dicho –y es una novedad- que habrá de hacerse de acuerdo con Madrid) y para depurar el partido en Galicia. La sensación en Génova es que está dispuesto a ello, incluso al precio de que alguno de los perjudicados provoque una escisión. Ahora es el momento de ponerse a intentarlo.

-Se abre para el PP un periodo de dieciocho meses sin convocatorias electorales, en los que se centrará definitivamente en la tarea de oposición al Gobierno. Van a ser los meses más decisivos para el presidente popular.

-Fraga afirmó que, si no consigue la mayoría, será el líder de la oposición y se dedicará a ese trabajo.

-La participación ha perjudicado al PP. Según sus cálculos, por debajo del 65 por 100 les beneficiaba, y lo mismo si votaba más del 70, y su peor escenario era entre esas dos cifras, que es lo que ha sucedido (68,1 por ciento).

 

-Enorme fracaso de las encuestas electorales, que a las ocho de la tarde, unánimemente (las de la SER, TVE y Antena 3), pronosticaban para el PP entre 33 y 35 escaños

-Si al final los socialistas no logran gobernar, el destino político de Pérez Touriño estará decidido: no volverá a ser candidato. También será un fracaso personal de José Blanco, que ha dedicado enormes esfuerzos a la campaña y que se instaló en Galicia prácticamente todo el tiempo, con su equipo de expertos electorales.

-Fracaso sin paliativos del BNG, que con un gobierno regional aparentemente agotado, y en medio de impulsos de cambio en Galicia, ha conseguido menos votos y menos escaños (ha perdido cuatro diputados).

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