Empresas privadas construirán y dirigirán a partir de 2007 quince de las treinta nuevas prisiones de Francia

Mientras en España se sigue estudiando si una vía semejante sería aplicable aquí, el Ministerio francés de Justicia acaba de anunciar concurso para la construcción de cuatro nuevas prisiones, que serán edificadas y después dirigidas por las empresas privadas que los ganen.

El Gobierno galo ha puesto de esta manera en marcha un ambicioso proyecto para la edificación de 30 nuevas prisiones en el país, de las que la mitad, quince, serán dirigidas y controladas por el sector privado y no por la Administración.

El recurso a empresas privadas se inició en 1987, y las sociedades adjudicatarias se encargan, previo pago por el Estado de una cantidad fijada en el contrato, de construir los centros, mantenerlos, albergar a los reclusos, de la alimentación y limpieza, transporte de los detenidos y formación profesional a los reclusos.

Los planteamientos actuales se dirigen a levantar cárceles “pequeñas”, para 400 a 600 reclusos, y no para las 3.000 plazas de establecimientos antiguos, con secciones que no podrán tener más de 30 internos en cada una, y con celda individual que cuenta también con ducha.

A la vista de las últimas tentativas de fuga en Francia, cada vez más violentas, la Administración exigirá mayores medidas de seguridad, como vallas dobles con una ronda de patrullaje entre ellas, vidrios reflectantes en las mirillas para disimular la vigilancia, generalización de las medidas antihelicópteros sobre los campos de deporte y zonas de paseo, inhibidores de teléfonos móviles, etc.