España condiciona la vuelta del embajador en Tegucigalpa (Honduras) a que el depuesto presidente Zelaya regrese al país
España mantiene ausente a nuestro embajador en Honduras. El motivo es que el Gobierno condiciona el retorno del máximo representante diplomático, no a la convocatoria de elecciones en Honduras, sino al regreso del presidente constitucional Manuel Zelaya.
Fuentes diplomáticas consultadas por El Confidencial Digital explican que no hay ningún contacto oficial desde Madrid con el gabinete dirigido por Micheletti. Todas las gestiones se hacen a través del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, por medio de la embajada española en San José, capital de dicha república.
La embajada española en Tegucigalpa sigue abierta, pese a la llamada a consultas del embajador. Con el encargado de negocios al frente, se trata tan sólo de mantener operativa la embajada y de atender a la comunidad española en el país centroamericano.
España, que intenta liderar la postura de la UE, actúa en coordinación con la Organización de Estados Americanos a través de Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado para Iberoamérica, quien en fechas recientes ha mantenido una reunión con su secretario general, José Miguel Insulza. De la postura española cabe destacar que el reenvío del embajador se supedita, no a la convocatoria de elecciones –esperadas en noviembre-, sino al regreso físico de Manuel Zelaya.
Pese a todo, con el embajador hondureño destacado en Madrid, José Eduardo Martell, se mantiene el contacto, aunque fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación aclaran que éste es mínimo, dado el no pronunciamiento del legado hondureño en torno a su obediencia a Zelaya o a Micheletti. En todo caso, el embajador no ha sido convocado al Ministerio.
