Expertos demoscópicos chequean la campaña electoral: el PSOE sólo puede movilizar a los indecisos, el PP no debe entrar en broncas ni descentrarse
Cuando la campaña electoral ha rebasado el ecuador, los analistas ya pueden dar un veredicto sobre cómo lo llevan los principales partidos. La primera conclusión es que las dos formaciones mayoritarias, PP y PSOE han orientado bien sus campañas.
Según la opinión de expertos demoscópicos consultados por El Confidencial Digital, populares y socialistas han elegido adecuadamente sus respectivas estrategias: van a buscar el voto más seguro y recuperar lo que puedan apelando al recuerdo de voto, simpatías y emociones.
Todas las encuestas dan ganador al PP, incluso en Aragón, que era de las últimas regiones dudosas, pero el PP no puede confiarse porque errores imprevistos se pagan, y siempre hay sorpresas.
Malo de Molina, de Sigma2, concluye que el PP tiene un voto seguro y no debe cometer errores ni entrar a la confrontación porque “puede despertar el voto de izquierda, hoy dormido o desencantado”.
En cuanto al PSOE, en el sector encuestador domina la impresión de que los socialistas se han agarrado al voto indeciso, pero que es la estrategia más inteligente: no tenían muchas más, dadas sus circunstancias.
Su suelo electoral es, históricamente, del 30 por ciento y va a intentar subir algo, coger votos entre los indecisos, al menos un 10%, “pero en los que tienen afinidad o recuerdo de voto, no en los indecisos puros, esos no los va a recuperar”.
Según Malo de Molina, “no está en la estrategia de desesperación, como se ha dicho, sino en una de las pocas opciones rentables que tiene, dada la mentalidad de su electorado, que de desencanta mucho y tiende a la abstención mientras que el voto de derecha es de piñón fijo”.
En cuanto a Rosa Díez, coinciden los expertos en que UPyD está ensombrecida por los medios y lo tiene difícil. Y en que Izquierda Unida va a recoger ‘voto cabreado’: si sube algo, será “efecto colateral de izquierda pura y dura”.
“La suerte está echada, salvo meteduras de pata, que las habrá”, concluye Malo de Molina.
