Expulsiones de agentes del CNI de Cuba. Raúl Castro está “molesto con Madrid por el persistente interés español en los detalles de la transición”
El mandatario cubano Raúl Castro no mantiene buenas relaciones con España desde el caso de los agentes del CNI expulsados de la isla. El motivo está relacionado con “el persistente interés español en los detalles de la transición”.
La prensa internacional apunta que la purga del vicepresidente Carlos Lage y del canciller Felipe Pérez Roque tiene detrás a la labor de los servicios de inteligencia cubanos. Se trata de “un seguimiento minucioso de los dos dirigentes con más proyección del régimen por sus nada ocultas aspiraciones políticas para pilotar la transición en la isla”, señala el segundo diario más importante de Argentina, La Nación.
El resultado de la investigación llevó a los agentes cubanos hasta Conrado Hernández, director de la oficina del Gobierno de Patxi López en La Habana, detenido el 14 de febrero en el aeropuerto cuando se disponía a viajar a España. Dos semanas más tarde, se inició la persecución de Lage y Pérez Roque.
El diario destaca, además, que “los encuentros en la finca del informante Conrado fueron grabados de principio a fin, y el video se exhibe desde hace días ante los prebostes del Partido Comunista y de las fuerzas armadas”. El Nuevo Herald afirma que las grabaciones muestran a los dos dirigentes locales “mofándose de la enfermedad de Fidel Castro y de su larga estancia en el poder, cuestionando la capacidad de gobernar de su hermano Raúl y ridiculizando al número dos del régimen, José Ramón Machado Ventura”.
Por último, hay que destacar que el diario cubano vincula la expulsión de los agentes del CNI con Hernández, que “habría entregado copia de sus conversaciones con su amigo Lage y con Pérez Roque” por tratarse de un “doble agente”. La conclusión es que “el gobierno de Raúl Castro estaría molesto con Madrid por el persistente interés español en los "detalles" de la transición”.
