García Margallo sigue sin nombrar embajadores. Sorpresa en medios diplomáticos por el retraso, sobre todo en puestos que no necesitan plácet como la OTAN
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se está tomando con mucha calma el nombramiento de embajadores. Mes y medio después de haber tomado posesión de su cargo sólo ha designado al representante permanente ante la Unión Europea, Alfonso Dastis, que anunció casi al mismo tiempo que los primeros nombramientos de su equipo. Después, nada.
Fuentes consultadas por El Confidencial Digital aseguran que, a pesar de las expectativas, en el Consejo de Ministros de mañana, viernes, tampoco está previsto que se conozcan nombres de nuevos embajadores. Ni siquiera de aquellos para los que no se necesita el plácet del país receptor, como son los de las representaciones permanentes en organismos internacionales: OTAN, ONU, OEA, etc.
Embajador ante la OTAN
En medios diplomáticos no se entiende muy bien el retraso, y se considera que algunos de estos cambios deberían hacerse con una cierta celeridad, como el de la ONU y, sobre todo, el de la OTAN, en Bruselas, donde está de embajador Carlos Miranda, plenamente comprometido con el proyecto socialista.
Se trata de un puesto clave en estos momentos, porque ya se ha celebrado, hace sólo unos días, una cumbre de ministros de Defensa de la OTAN, y hay que preparar la posición de España ante la Cumbre de la Alianza Atlántica del mes de mayo, en Chicago, a la que acudirá Mariano Rajoy.
El nombre que se da como bastante seguro para ese puesto es el de José de Carvajal, que fue subsecretario de Asuntos Exteriores durante un Gobierno de José María Aznar.
La incógnita Trillo
A estas alturas, se esperaba conocer ya, al menos, que se habían pedido los plácets, para capitales importantes como Washington, Londres, Rabat, Lisboa, o Buenos Aires, en las que se estima que el Gobierno tiene que contar con personas plenamente respaldadas por él.
En Argentina, por ejemplo, permanece, después de más de cinco años, el que fuera diputado del PSOE Rafael Estrella, cuya salida es segura.
También sigue la incógnita sobre la confirmación o no de Federico Trillo. La filtración de su nombramiento para la Embajada en Washington no sentó nada bien a García-Margallo, sobre todo tras haberse comprometido con los diplomáticos, a que serían profesionales quienes ocuparían los puestos de embajador, “salvo casos extraordinarios en circunstancias extraordinaria”. Que casi el primer nombramiento conocido fuera el de un político no era un buen comienzo, sobre todo si a la vez no se conocían otros destinos ocupados por diplomáticos.
Lo que sí puede ocurrir este viernes es que se apruebe solicitar algunos de esos plácets. Además del de Trillo, si se confirma, se dan por seguros ya los de Juan Sell como embajador en Sudáfrica, y de Roberto Varela como embajador en Uruguay. Sell fue jefe de Gabinete con Trinidad Jiménez y también con García-Margallo. Varela, diplomático de carrera, fue hasta hace pocas semanas ‘conselleiro’ de Cultura de la Xunta de Galicia.
