Les está explicando que “la culpa es del 155”

La Generalitat deja tirados a los trabajadores de las embajadas catalanas

El Departamento de Exteriores les prometió que serían reubicados. Problemas con los contratos indefinidos que deberán ser rescindidos con la legislación de cada país

Carles Puigdemont y Raül Romeva.
Carles Puigdemont y Raül Romeva.

Los trabajadores públicos de las delegaciones de la Generalitat en el exterior han comenzado a recibir la notificación de su despido. Una de las primeras medidas, en aplicación del 155, supuso el desmantelamiento de todas estas oficinas, excepto la de Bruselas. El procedimiento de despido está provocando, además, algunos problemas.

De entrada, las indemnizaciones deberán ceñirse a la legislación de los países en los que residen, y no a la española. Muchos de ellos tienen contratos indefinidos, por ejemplo, basados en la legislación de Reino Unido, Francia, Italia o Dinamarca.

Estos trabajadores habían participado, además, en un concurso público para acceder a sus plazas. Aunque no son funcionarios, sí son trabajadores públicos y, por ahora, los únicos sin rango directivo despedidos por la aplicación del 155.

Despidos por culpa del 155

Por lo pronto, la respuesta que se ha hecho llegar a los empleados que han recurrido estos días a la ayuda de la Generalitat ha sido únicamente responsabilizar al Gobierno central de los despidos.Los trabajadores habían reclamado una solución laboral al Departamento de Exteriores tras tantos años de servicio.

Unas peticiones, en su mayoría procedentes de personal con carné del PdeCAT, protagonizadas por una veintena de trabajadores recién despedidos. Sin embargo, la mayor parte se está llevando un “sonoro portazo”. Una reacción que está indignando a muchos de ellos.

“Ahora no tenemos dónde caernos muertos después de años trabajando para Cataluña en el exterior. Esperábamos alguna solución, y lo único que hacen es dejarnos completamente tirados”, denuncia uno de los despedidos. “Me quedo en el paro y con dos hijos. Mi situación es penosa”, relata otro a El Confidencial Digital.

En efecto, el Ministerio de Exteriores les permitió reincorporarse a sus puestos de trabajo para hacer “gestión interna y administrativa”, pero en ningún caso “ningún acto institucional”, ya que las delegaciones habían sido “cerradas” con el 155.

Es personal contratado por la Generalitat, a la que el Gobierno ofreció también la posibilidad de reubicar en otros organismos no afectados por el cierre de las delegaciones en el exterior decretado en aplicación del artículo 155.

Antes incluso, el Departamento de Exteriores de la Generalitat había comunicado a los trabajadores que quería "explorar" la posibilidad de trasladarlos, al menos a aquellos con contrato laboral vigente, a otros organismos públicos dentro de su ámbito geográfico.

Es decir, en el caso de trabajadores de la delegación de Roma, la idea era buscarles una plaza dentro de otro ente público de la Generalitat en Italia. Se les llegó incluso a solicitar sus preferencias.

 

Pero finalmente el plan no ha salido adelante, la Generalitat no les ha buscado una alternativa y se ha procedido a los despidos. La mayoría de los afectados se muestran profundamente "indignados". Algunos incluso reconocen que se sienten "engañados" por Raúl Romeva.

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