Máximo enfrentamiento en vísperas de Vistalegre 2

Iglesias y Errejón a muerte: no se hablan desde hace más de una semana

Han delegado la interlocución en sus segundos, Irene Montero y Pablo Bustinduy. Los dos líderes protagonizaron ayer un visible altercado en el Congreso

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón hicieron visible ayer, en el Congreso, y a falta de dos semanas para Vistalegre 2, su total distanciamiento. Ambos protagonizaron, desde sus escaños, una discusión que pone la guinda a estos días de máxima tensión. La relación entre ambos se encuentra rota desde mediados de enero. Los dos han buscado fórmulas para tener que hablar personalmente con el otro.

A las 12 de esta noche concluirá el plazo marcado en Podemos para lograr una candidatura unitaria, de cara a la Asamblea Ciudadana del 10 de febrero. Una fecha tope que Iglesias y Errejón conocen desde hace semanas y que, sin embargo, no ha provocado en ellos un cambio de actitud para intentar llegar a un acuerdo final.

Ahora, y después de lo sucedido ayer y también durante el último mes, se empieza a asumir que en Vistalegre 2 estallará una guerra civil en Podemos, que acabará con uno de los dos dirigentes de la formación tumbado en la lona. Y eso, tal como señalan desde el propio partido, debido también a la “inexistente comunicación” entre el secretario general y el secretario de Política.

No se hablan desde hace más de una semana

Todo el mundo -diputados, periodistas y espectadores- lo pudo ver ayer. Iglesias y Errejón se dijeron de todo en la sesión plenaria del Congreso del martes por la tarde.

Ambos llevaban varios días sin dirigirse la palabra, pese a la necesidad imperiosa de llegar a un acuerdo que evite la fractura definitiva del partido. Así lo confirman a El Confidencial Digital cargos intermedios de Podemos, conocedores de las negociaciones llevadas a cabo en la sombra por los equipos de Iglesias y Errejón, junto a las candidaturas de Izquierda Anticapitalista y la liderada por Carolina Bescansa y el economista Nacho Álvarez.

La ruptura total entre los dos líderes del partido, cuentan las mismas fuentes, se produjo, precisamente, el 25 de enero, cuando Pablo Iglesias convocó a Errejón, Bescansa y Miguel Urbán a una reunión de los representantes de las cuatro corrientes de Podemos con el fin intentar pactar una candidatura unitaria.

Durante ese encuentro, la tensión entre el secretario general y el portavoz parlamentario fue “total”, hasta el punto que ambos salieron convencidos de iba “a la guerra”. Tanto que, pese a la insistencia de Bescansa y Urbán, se negaron a volver a sentarse en una mesa de negociación antes del 2 de febrero.

La interlocución, a través de sus segundos

Con el paso de los días, la postura los dos no ha cambiado aunque, a finales de la semana pasada, desde el equipo de Pablo Iglesias se intentó un acercamiento al de Errejón. Fue Irene Montero, actual mano derecha del líder, quien intentó contactar con el secretario de Política de Podemos, aunque sin éxito.

Errejón, explican las fuentes consultadas, entendió que, si Iglesias, “pese a la necesidad de pactar”, no era capaz de descolgar el teléfono para hablar directamente con él, él tampoco debía negociar con su jefa de gabinete. Por ese motivo, escogió a Pablo Bustinduy para que llevara a cabo la interlocución con Montero.

La elección de Bustinduy por parte de Errejón tampoco es casual. El actual secretario de Exteriores de Podemos era considerado, dentro del partido, una persona muy próxima a Pablo Iglesias, pero en los últimos meses se ha alineado, como el juez Yllanes, con el número dos del partido. Un cambio de bando del que Errejón quería sacar partido.

 

Pese a esa maniobra, Bustinduy y Montero no habían conseguido, hasta ayer por la tarde, ningún tipo de acercamiento. Y, después del rifirrafe de ayer entre Iglesias y Errejón en el Congreso, ya nadie en la bancada morada apuesta por un posible acuerdo in extremis.

Las “intromisiones” de Echenique y Monedero

Desde el sector errejonista se recuerda que, ya a finales de año, pronosticaron que Iglesias buscaría un acuerdo. Una apuesta que se confirmó la semana pasada, cuando el secretario general convocó a Errejón, y también a Bescansa y Urbán, para intentar el pacto. Añaden, no obstante, que cualquier entendimiento ha sido imposible, por la actitud del propio Iglesias y por las “intromisiones” de los suyos.

En ese sentido, las fuentes consultadas destacan que la decisión “unilateral” de Pablo Echenique, secretario de Organización y alineado con Iglesias, de no pactar con las corrientes del partido la fórmula de elección de la nueva Comisión de Garantías del partido, “ha dificultado” cualquier posible pacto.

Además, añaden los errejonistas, Juan Carlos Monedero también ha tomado parte en este proceso. Aprovechó un acto en Barcelona para dirigirse a Errejón y Tania Sánchez y decirles: “Pablo Iglesias no es vuestro colega y debéis obedecerle”. Además, desafió al número dos del partido a presentarse como candidato frente al secretario general.

Dos intervenciones, las de Echenique y Monedero, que han contribuido a enturbiar más el ambiente en Podemos, y a hacer todavía más difícil la candidatura unitaria para Vistalegre 2.

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