Incertidumbre por el futuro de los policías senegaleses: funcionarios de Mauritania aprovecharon para quedarse en España

La Comisión Europea consiguió del ejecutivo senegalés el envío de una misión policial para identificar a los cerca de cuatro mil ciudadanos de Senegal llegados ilegalmente a las Islas Canarias. El compromiso se adquirió a través del acuerdo entre Ousmane Ngom, ministro del Interior del país subsahariano, y Franco Frattini, vicepresidente de la Comisión Europea.   Con este movimiento se intenta que el acuerdo de readmisión entre España y Senegal pueda ser operativo. Frattini se puso en marcha a instancias de la “ofensiva diplomática” emprendida por la vicepresidenta Fernández de la Vega. El ministro senegalés también confirmó la participación de Senegal en las patrullas marítimas coordinadas por la agencia europea FRONTEX.   El envío de agentes de la policía senegalesa para el reconocimiento de sus compatriotas ofrece garantías de acierto siempre que el procedimiento que se lleve a cabo con rigor: dicho en otros términos, a los senegaleses les resulta fácil identificarse entre ellos igual que los españoles se reconocerían entre alemanes.   La incertidumbre, y la consecuente vigilancia, en los ámbitos policiales españoles estos días radica en la posibilidad de que los agentes de Senegal aprovechen la estancia en las Canarias para quedarse ilegalmente –también ellos- en nuestro país.   Este es un modelo de actuación muy usado por cubanos, búlgaros y otros países comunistas con grupos de teatro, investigadores, funcionarios o equipos deportivos en los años del telón de acero. Y ya hay un precedente de autoridades de Mauritania que, no hace tanto tiempo, aprovecharon un viaje oficial para quedarse en territorio español aun fuera de la ley.