José Blanco es el gran perdedor: convenció al presidente de que nominara a Trinidad Jiménez y montó una campaña de presiones diciendo que estaba en juego el liderazgo de Zapatero

Fuentes cercanas al Partido Socialista de Madrid, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, ofrecen las siguientes claves de la operación urdida por Jose Blanco:

-- Pepe Blanco es sin lugar a dudas el gran cerebro de la operación para desplazar a Tomas Gómez. El dato es conocido por todo el entorno de Tomas Gómez y por numerosos dirigentes socialistas madrileños, a los que Blanco ha presionado personalmente estas últimas semanas.  

-- La idea y la iniciativa fue de Blanco, que durante el último año, estuvo ‘martilleando’ continuamente al presidente Zapatero para que diese el visto bueno a la nominación de Trinidad Jiménez como candidata a la comunidad.

-- Para convencer a Rodríguez Zapatero, el vicesecretario general socialista utilizó durante los últimos seis meses las encuestas, manejadas y controladas por Ignacio Varela, uno de los hombres de su máxima confianza en Ferraz.

-- Blanco contó además, para desgastar a Tomas Gómez, con el apoyo constante de la Cadena SER, donde periodistas de su confianza, como Rodolfo Irago y Gonzalo Cortizo, arremetieron en numerosas ocasiones contra el líder del PSM. A la vista de los continuos ataques, el equipo de confianza de Gómez llegó a recomendar a sus colaboradores más cercanos que dejaran de escuchar la emisora de Prisa.

-- El objetivo de la operación era apartar a Tomas Gómez de la candidatura a la Comunidad de Madrid frente a Esperanza Aguirre, y después desplazarle de la secretaria general del Partido Socialista Madrileño.   

-- De paso, también se apartaba a la propia Trinidad Jiménez de una posible vicepresidencia de Gobierno en un futuro cambio ministerial.

-- Blanco sobre todo pretendía hacerse con el control del PSM, para controlar así un espacio más de poder orgánico, muy importante, de cara al futuro.

-- Sus principales aliados en el combate contra Gómez han sido los diputados Pedro Sánchez y Antonio Hernando, hombre de Rubalcaba que aspiraba a sustituir a Gómez al frente del partido madrileño.

-- La secretaria de organización, Leire Pajín, nunca vio con buenos ojos la operación de Blanco para desplazar a Tomas Gómez. Eso ha incrementado el ya existente recelo y la tensión del vicesecretario general hacia ella.

-- La guerra de Pepe Blanco contra Tomas Gómez comenzó hace ya tres años cuando éste, con el apoyo de Zapatero, se hizo sorprendentemente con la secretaria general del PSM a pesar de la oposición rotunda de un Blanco que en esta ocasión no pudo convencer al presidente del Gobierno.   

-- Desde ese primer día, Blanco ha intentado socavar el liderazgo de Gómez en Madrid, para hacerse con el poder orgánico de una federación siempre convulsa pero de peso importante en un futuro a medio plazo.

-- La gente de Blanco emprendió, en los días previos a la votación, una campaña a la desesperada para intentar cambiar el resultado que se temían, mediante llamadas personales a los militantes del PSM.

-- El argumento principal fue, sin recato alguno: lo que está en juego es el liderazgo del secretario general, Rodríguez Zapatero.

Esperaban haber ganado por mil votos

Fuentes del equipo cercano a Tomás Gómez manifestaban ayer su satisfacción por la victoria conseguida. Destacaban la llamada de Rodríguez Zapatero nada más conocerse el resultado de las primarias, diciendo que había sido “una conversación amable”. Y también resaltaban que, ni siquiera el lunes, aún no habían recibido una llamada de Alfredo Pérez Rubalcaba.

Las mismas fuentes reconocieron que la victoria sobre Trinidad Jiménez, por algo más de quinientos votos de diferencia, había sido muy ajustada, y que ellos esperaban haberse distanciado de su rival por lo menos por mil votos.