“El que crea que tiene su confianza, se equivoca”

‘Juego de Tronos’ en La Moncloa: Así gobierna Mariano Rajoy

Aplica una estrategia de equilibrios: RTVE para Cospedal, Ministerio de Sanidad para Sáenz de Santamaría; PP vasco para la secretaria general del partido, PP andaluz para la vicepresidenta

Mariano Rajoy durante un mitin del PP.
Mariano Rajoy durante un mitin del PP.

Los últimos nombramientos adoptados por Mariano Rajoy en el Gobierno y en el Partido Popular han puesto de manifiesto, una vez más, el peculiar modo que tiene el líder del PP de ejercer el poder. Maneja un complejo equilibrio mediante el reparto de premios y castigos.


-- “Mariano Rajoy tiene una forma muy peculiar de gobernar. Es un error pensar que Soraya Sáenz de Santamaría gana siempre y es la preferida del presidente. Un día le da una alegría a uno y al siguiente, le da un hachazo para que no se crea lo que no es. El que piense que tiene la confianza ciega de Rajoy, se equivoca rotundamente”.

Así de claro se expresa a El Confidencial Digital un alto cargo del Partido Popular que analiza el reciente nombramiento como ministro de Sanidad de Alfonso Alonso en sustitución de Ana Mato. La decisión del presidente de nombrar al político vasco se ha interpretado como un nuevo triunfo de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por su cercanía al ex portavoz del partido en el Congreso de los Diputados.

“Es cierto que Alonso es una persona cercana a la vicepresidenta. Pero se equivoca el que piense que Rajoy hace lo que Soraya quiere o lo que diga María Dolores de Cospedal”, explican fuentes del partido.

Según afirman personas que llevan años a su lado, el presidente utiliza siempre el mismo patrón. Rajoy hace lo que considera conveniente, designa a quién quiere y lo hace siempre con una táctica que busca premiar un día a uno y al día siguiente, dejarlo en la estacada.

Todos divididos. Ningún poderoso

Con este modo de proceder logra algo importante: tiene a todos enfrentados entre sí. De ese modo, todos son más débiles, nadie es más poderoso que otro, no hay un reino por encima de los demás. “A Rajoy –añaden estas fuentes- esto le viene de maravilla porque por debajo de él están todos divididos. Así, al final, ¿quién gana? Él”.[OBJECT]

Los ejemplos que confirman esta estrategia de equilibrios inestables son numerosos, sobre todo entre las dos personas con más poder dentro del PP: la vicepresidenta, por un lado, y la secretaria general del partido, por otro.

Arantxa Quiroga para Cospedal

-- En marzo de 2013, María Dolores de Cospedal ganó la partida cuando Arantxa Quiroga fue designada presidenta del PP en el País Vasco en sustitución de Iñaki Oyarzábal.

Quiroga era la candidata de Cospedal. Soraya Sáenz de Santamaría apoyaba precisamente al grupo de Alfonso Alonso. Finalmente, el presidente del partido tomó una decisión y Quiroga fue la única que se presentó al congreso regional de marzo donde, lógicamente, fue la elegida. Aquello le otorgó un triunfo a la secretaria general.

Tras el triunfo, el hachazo

-- Sólo unos meses después, lo que fue un triunfo para Cospedal en el País Vasco se tornó una humillante derrota en la batalla por el PP de Andalucía. Tras semanas de tensión, declaraciones encontradas y amenazas, la sangre no llegó al río: Rajoy tomó una decisión. Al congreso andaluz que se celebró en febrero, sólo se presentó Juan Manuel Moreno Bonilla, persona vinculada a Soraya y a Javier Arenas. La apuesta de Cospedal, José Luis Sanz, tuvo que dar un paso atrás y retirarse.

 

Aquello fue un duro golpe para la secretaria general porque su derrota frente a Soraya y Arenas trascendió a la opinión pública. Los titulares de los periódicos tras la renuncia de Sanz no dejaron lugar a dudas. 'Rajoy desautoriza a Cospedal en el pulso del PP en Andalucía', tituló el diario El Mundo; ‘Cospedal pierde terreno en el PP tras la desautorización de Rajoy’, destacó Público.

RTVE, un viaje de ida y vuelta

La televisión pública ha sido también otro campo de batalla entre las dos mujeres con más predicamento dentro del PP y otro buen ejemplo del ‘Juego de Tronos’ que aplica el presidente en su forma de gobernar.

Antes de ganar las elecciones en 2011, Cospedal creó varios grupos de trabajo dentro de RTVE. Preparaba el futuro de la cadena para el momento en el que el PP llegara al Gobierno. Sin embargo, tras la victoria, el elegido para presidir la Corporación fue un hombre de Soraya: Leopoldo González Echenique.

Integrantes de esos grupos de trabajo no entendieron nada: “Llevamos meses trabajando y ahora resulta que no sólo no se lleva a cabo lo que hemos programado, sino que nos hemos quedado fuera de los cargos directivos de la cadena”, aseguraba uno de esos integrantes.

Dos años después, María Dolores de Cospedal se pudo anotar otra victoria. Echenique fue destituido y José Antonio Sánchez fue elegido nuevo presidente de la Corporación.

El candidato de Soraya, Jaime Pérez Renovales, quedó esta vez fuera de juego. “La gente de la secretaria general ha tomado ahora el mando en la cadena, de eso no hay duda”, confirman fuentes internas de RTVE.

Los antisorayos

Además de Cospedal, en el nombramiento de José Antonio Sánchez también contribuyeron los ministros más cercanos a Rajoy, enfrentados a la vicepresidenta por su excesivo perfil técnico. Son los conocidos como antisorayos: José Manuel García Margallo, Ana Pastor, José Manuel Soria, Miguel Arias Cañete –ahora en Bruselas- y Jorge Fernández Díaz.

Ellos pusieron su granito de arena para que el candidato de la vicepresidenta –“otro técnico no es lo que necesita RTVE”- no fuera el elegido, como así sucedió. Sin embargo, mientras Rajoy da una victoria a esta especie de G-5, por otro lado les ‘castiga’ dándole ahora más poder a la vicepresidenta con el nombramiento de Alfonso Alonso en Sanidad.

Hasta tal punto lleva Rajoy su política del palo y la zanahoria que incluso dentro de RTVE Soraya mantiene su cuota de poder. Se trata del director de Radio Nacional, Alfonso Nasarre.

Portavoz del Congreso

Ahora está pendiente el nombramiento del nuevo portavoz del PP en el Congreso, tras la marcha de Alonso a Sanidad. Atendiendo a todo lo dicho, nadie en el PP se atreve a dar un pronóstico sobre quién será el elegido.

-- “Todos pensamos que será José María Bermúdez de Castro, pero también podría ser José Luis Ayllón, actual secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. Los dos son moderados”, asegura un diputado popular.

En efecto, estos son los dos nombres que suenan con más fuerza en el Partido Popular. Pero se trata de dos personas que, dentro del PP, se vinculan a la vicepresidenta del gobierno. Sería su segunda victoria consecutiva frente a Cospedal. 


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