La Mesa del Congreso sigue sin ajustar las comisiones parlamentarias al nuevo organigrama del Ejecutivo, mes y medio después del cambio de Gobierno

Mes y medio después de la crisis, la Mesa del Congreso aún no ajustado la composición de las distintas comisiones parlamentarias a los nuevos ámbitos de competencias de cada ministerio, lo cual está entorpeciendo el trabajo de los diputados, muchos de ellos desorientados. Y se acumulan las quejas por el deficiente funcionamiento del órgano presidido por José Bono.

Los relevos en el Gobierno aprobados a principios de abril implicaron no sólo un mero cambio de denominación en diversos ministerios sino una reconfiguración de competencias. Así, la política social pasó del ministerio de Educación al Ministerio de Sanidad de Trinidad Jiménez. Y las universidades pasaron, de estar en manos de Cristina Garmendia, en el ministerio de Ciencia e Innovación, a quedar bajo el dominio de Ángel Gabilondo en Educación.

Al margen de los problemas administrativos y de gasto habidos con estos cambios (nombramientos, mudanzas, alquileres, cambios de orientación), el poder legislativo, es decir, Congreso y Senado, sufren todavía la crisis ministerial porque las Comisiones aún no reflejan los cambios producidos en los ministerios. La política social sigue figurando en la misma Comisión junto a educación y deporte, en tanto que sanidad y consumo van por su lado. Las universidades, ahora mismo, no se sabe si quedan adscritas a la de educación o a la de ciencia e innovación.

Una de las disfuncionalidades que esto representa se planteará la semana que viene, cuando Trinidad Jiménez comparezca por primera vez en comisión en el Congreso, concretamente en la de Sanidad. Diputados del grupo popular consultados por ECD han mostrado su estupor pues no saben si las cuestiones de política social podrán ser tratadas con la ministra pues, pese a que es la misma ministra la que conoce de este asunto, la Comisión es la de sanidad. Son muchos los diputados que están en esta situación en las áreas temáticas mencionadas.

El resultado es que la inadaptación de la estructura del Gobierno a la del Congreso dificulta la preparación de las Comisiones y, por ello, la función de control del Ejecutivo.

Esta tardanza por parte de la Mesa del Congreso viene a sumarse a las quejas proferidas contra la presidencia de José Bono: los incidentes diplomáticos con la UEO o la polémica en torno a los viajes emprendidos por miembros de la Mesa.

 

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