Miguel Sebastián tiene prisa por zanjar la ubicación del almacén de residuos nucleares. Ha dado orden para que esté adjudicado en dos meses y no mezclarlo con las revisiones de las centrales
La crisis nuclear en Japón no va a aplazar la instalación de un ATC en España, sino todo lo contrario. Miguel Sebastián no quiere que los análisis a las centrales españolas, anunciados tras las fugas radiactivas en Fukushima, retrasen la llegada de un almacén nuclear de residuos nucleares y quiere zanjar cuanto antes su ubicación definitiva.
Según ha sabido El Confidencial Digital, la intención del ministro de Industria es llegar a un acuerdo sobre el enclave del ATC “a finales de primavera”. Para ello, su equipo deberá buscar una fecha para convocar al Consejo de Seguridad Nuclear y a los representantes de todos los grupos parlamentarios para tomar una decisión, que se presume difícil antes de las elecciones municipales del 22 de mayo.
Voces autorizadas del ministerio explican que, en materia nuclear, Industria tiene dos frentes abiertos en estos momentos: “Por un lado, debemos decidir la ubicación del ATC y por otro empezar a organizar las inspecciones a las centrales españolas para estudiar su resistencia ante elementos externos, así como su sistema de seguridad”.
Las mismas fuentes, consultadas por ECD, explican que “lo prioritario ahora es dejar cerrada la ubicación del ATC, ya que los análisis a las centrales nucleares aún no tienen fecha y se alargarán en el tiempo. Son dos procedimientos totalmente diferentes y el almacén de residuos debe salir adelante en dos meses aproximadamente”.
Siete municipios aspiran al almacén nuclear
En septiembre de 2010, Industria emitió el informe definitivo con los municipios finalistas para albergar el ATC, en el que figuraban Zarra (Valencia), Albalá (Cáceres), Ascó (Tarragona), Congosto de Valdavia (Palencia), Melgar de Arriba (Valladolid), Santervás de Campos (Valladolid), Villar de Cañas (Cuenca) y Yebra (Guadalajara).
De ellos, los mejor situados en la ‘clasificación’ del ministerio son Zarra y Ascó. La filtración de este documento provocó las protestas de Camps y Montilla (entonces presidente de Cataluña), unas protestas que desde Industria intentarán paliar: “Nuestra idea es reunirnos con los Gobiernos de las comunidades autónomas y explicarles el proyecto, queremos que haya consenso, aunque el almacén nuclear seguirá adelante”.
Los análisis a las centrales españolas, ‘sine die’
Las fuentes de Industria consultadas por este diario afirman que el ministerio delegará en el Consejo de Seguridad Nuclear para realizar las inspecciones a las centrales nucleares que anunció el Gobierno tras las crisis de Japón.
No obstante, estos análisis aún no tienen fecha fija: “Habrá que esperar a ver qué pasa exactamente en Fukushima para saber qué hacer. No obstante, en el CSN ya saben que habrá que estudiar la seguridad en las centrales y su resistencia ante los efectos externos”.
