Moratinos tuvo que intervenir personalmente para convencer al ex director del CNI con Aznar, Jorge Dezcallar, que no quería aceptar la embajada en Washington
El ministro de Exteriores ha tenido que interceder personalmente para lograr el nombramiento de Jorge Dezcallar como nuevo embajador de España en los Estados Unidos. Dezcallar y Moratinos son amigos desde hace muchos años, cuando coincidieron como diplomáticos españoles para el Magreb y Oriente Próximo.
Según los datos recogidos por El Confidencial Digital en fuentes diplomáticas de toda solvencia, el que fuera máximo responsable de los servicios secretos españoles durante el Gobierno Aznar no estaba muy dispuesto a dejar la empresa privada y a abandonar España para instalarse en Washington.
Jorge Dezcallar es uno de los miembros de la carrera diplomática de mayor prestigio. Ha sido legado español en la estratégica plaza de Rabat y ante el Vaticano. Tiene 63 años. Hace dos años y medio sufrió el fallecimiento tras penosa enfermedad de su mujer, Pilar López Chícheri, y poco después, fue fichado por la petrolera Repsol-YPF como secretario general del Consejo Estratégico Internacional que analiza las inversiones de la compañía en el extranjero.
Cuentan quienes le conocen que el deseo de Dezcallar era permanecer en España y evitar un destino tan exigente como el de Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que José Luis Rodríguez Zapatero considera que la normalización de las relaciones con Norteamérica es un objetivo prioritario para esta legislatura.
Cuando en el Ministerio de Asuntos Exteriores se supo del desinterés de Dezcallar a un traslado al otro lado del charco, su amigo Moratinos decidió intervenir. La reunión celebrada entre ambos logró remover todos los obstáculos.
