Moratinos viajará la próxima semana al Magreb, a la espera de si Zapatero va a Rabat y tras la detención en Melilla de un senador marroquí

El ministro de Asuntos Exteriores iniciará una gira por los países del Magreb la semana próxima, de 7 al 11 de julio, con la incógnita de si finalmente en ella incluirá Marruecos. Sobre eso, hay dos dificultades: saber si Zapatero viaja o no a Rabat, y la detención de un senador marroquí en Melilla.

El periplo de Moratinos ha sido confirmado por fuentes diplomáticas, que sin embargo no quieren decir exactamente qué países incluirá. Informaciones recogidas por El Confidencial Digital indican que parecen seguros Libia, Argelia y Mauritania, pero que quizá podría incluir también Túnez y Marruecos.

La visita oficial de Zapatero a Marruecos sigue sin concretarse, a pesar de que desde Moncloa se sugirió que sería el primer desplazamiento tras ganar las elecciones de marzo, como ya hizo en su primera legislatura. La visita se ha ido retrasando -se publicó que tendría lugar a principios de mayo- y a día de hoy no tiene fecha, que se sepa. Recientemente se apuntó que será antes del verano, pero las cosas parecen haberse vuelto a enfriar.

De incluirse finalmente el reino aluita en la gira de Moratinos, sería su primera visita a Rabat desde que se cerrara, hace casi seis meses, la crisis en las relaciones bilaterales abierta por el viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla, en noviembre de 2007.

Como protesta por la presencia de los monarcas en las dos ciudades autónomas, las autoridades marroquíes retiraron a su embajador en Madrid, que no regresó hasta principios de este año, tras una visita relámpago de Moratinos a Rabat el 3 de enero, con lo que aparentemente quedó cerrada la crisis. Sin embargo, ahora han vuelto los intentos de asalto a las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, que habían sido drásticamente cortados por la gendarmería de Marruecos.

Detenido un senador marroquí

Otra de las circunstancias que complican una posible visita de Zapatero a Maruecos es el incidente por la detención en Melilla del senador marroquí Yahya Yahya, puesto en libertad provisional este miércoles tras haber permanecido seis días en prisión y quedar visto para sentencia la vista contra él celebrada en el Juzgado de lo Penal número 1.

Al senador marroquí, que reside en Melilla y tenía pendiente el juicio desde hacía casi dos años, se le acusa de dos delitos de maltrato familiar y atentado contra la autoridad, así como de una falta de lesiones, por los que el fiscal ha solicitado un año de prisión.

Durante la vista, en la que se acogió a su derecho a no declarar, cuando la juez titular le preguntó si se llamaba Yahya Yahya, respondió: “Con todos mis respetos, no le reconozco a usted, ni a este tribunal ni a las ciudades coloniales de Ceuta y Melilla. Les pido que se vayan a su país”. La magistrada respondió: “Si no reconoce al tribunal es su problema, pero ése no es el objeto de este caso”. Tampoco quiso declarar su compañera, a la que presuntamente agredió.

Según relataron seis agentes del Cuerpo Nacional de Policía, en la madrugada del 9 de octubre de 2006, vecinos de Yahya llamaron al 091 porque en el domicilio del senador se habían oído golpes y gritos. Los policías le encontraron en el patio con una herida en el abdomen y “totalmente ensangrentado”. Tanto el patio como la vivienda estaban “llenos de cristales y sangre”. En esos momentos, Yahya negó que su mujer y su hija estuvieran dentro.

 

Cuando entraron los policías, encontraron una escena “dantesca”: estaba todo revuelto y “había tal cantidad de sangre en el suelo y las paredes, que le dije a mi compañero que estábamos buscando un cadáver”. Sin embargo, la mujer y la niña fueron encontradas con vida dentro de una alacena, en la tercera planta del chalet. La mujer presentaba lesiones en la cabeza, el cuello y los brazos, que afirmó que fueron causadas por su marido.

Al mismo tiempo, y “sin mediar palabra”, Yahya propinó un puñetazo a uno de los policías cuando se disponía a detenerlo, una “humillación y vejación” que continuó en el hospital, donde le llevaron para que fuera atendido. Según los agentes, el senador les lanzó improperios y amenazas como “sois unos mierdas” o “cuidad a vuestras familias porque mañana no se sabe lo que puede pasar”, así como alusiones a una supuesta inacción de la justicia sobre él.

El agente agredido también fue rociado con un frasco en el que Yahya había orinado previamente. El policía admitió que desde aquella noche no ha regresado a Marruecos por miedo al senador, que “tiene mucho poder allí”.

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