Al contrario que Moratinos, en Moncloa (Bernardino León) nunca se creyó que la Unión Europea fuera a aprobar un cambio de posición respecto a Cuba
Uno de los grandes objetivos personales de Miguel Ángel Moratinos, mientras estuvo al frente del ministerio de Asuntos Exteriores, fue cambiar la Posición Común Europea sobre Cuba. El problema es que en La Moncloa la impresión era que tal movimiento no iba a producirse, como finalmente ha ocurrido.
La posición en el entorno del presidente del Gobierno, es decir, la de Bernardino León, diplomático y secretario general de la Presidencia, era completamente pesimista.
Así se desprende de un cable de Wikileaks en el que la Embajada de Estados Unidos en Madrid da cuenta de los contactos mantenidos en España, en febrero de 2010, por Arturo Valenzuela, responsable del Departamento de Estado para la política con Iberoamérica.
Valenzuela, cuyo cargo oficial era subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, se entrevistó con Bernardino León, y la conclusión que sacó es que éste no veía que se fuera a producir un cambio significativo en la política común europea hacia la isla.
Por el contrario, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Juan Pablo de Laiglesia, fiel seguidor de la política de Moratinos, le ‘aseguraba’ que el Gobierno español continuaría luchando por conseguir ese objetivo, porque entendía que iban a producirse cambios democráticos en Cuba y España deseaba estar lista para actuar.
De Laiglesia reconoció que algunos países europeos temían que, cambiar la Posición Común por un diálogo bilateral con el régimen cubano, debilitaría la defensa por parte de la UE de los Derechos Humanos en Cuba.
Valenzuela, por su parte, le recordó que un cambio en esa posición común no sería bien recibido por Washington.
