Tras la crisis de los diplomáticos con Moscú, el “Año de España en Rusia” nace herido de muerte: compite con Italia y solo dedicará 500.000 euros a la promoción
La reciente crisis entre España y Rusia por la expulsión recíproca de varios diplomáticos ha quedado atrás, después de que ambos países se afanasen en pasar página al espionaje que llevaban a cabo dos funcionarios de la embajada en Madrid. Ahora se mira al “Año de España en Rusia”, y las perspectivas no parecen optimistas.
El objetivo de ambos países, en el caso de la crisis de los diplomáticos, ha sido que este episodio, más propio de la Guerra Fría, no emborronase el inicio del “Año de España en Rusia”, que se desarrollará a lo largo de este 2011.
Sin embargo, la iniciativa del año de España ha nacido herida de muerte por culpa de dos hechos. En primer lugar, Italia también celebra en 2011 su año en Rusia, y su programa económico y cultural es mucho más ambicioso.
Nuestro vecino europeo tiene una mayor presencia allí desde los tiempos de la Unión Soviética, y, según ha sabido El Confidencial Digital, muchos diplomáticos españoles se preguntan ahora por qué se ha aceptado coincidir ambos años, el de Italia y el de España en Rusia, si nuestro país parte con desventaja desde el inicio.
El segundo dato negativo es que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha destinado únicamente 500.000 euros a la promoción de España en Rusia, lo que va a dificultar cualquier intento de montar una feria comercial en Moscú con un mínimo de éxito. La cuantía es tan escasa, que las empresas españolas con intereses en Rusia no han mostrado gran interés en el proyecto.
Así las cosas, el programa cultural español es el único que parece que tendrá alguna repercusión en Rusia: el museo Ermitage de San Petersburgo acogerá una colección del Prado, y el Teatro Real de Madrid presentará un concierto de gala en el majestuoso Bolshoi de Moscú.
