Obama no nos quiere: en sus primeros discursos como presidente nunca ha citado a Europa. Sus objetivos son China y Oriente Medio

La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca ha enfriado aún más la relación transatlántica entre Europa y Estados Unidos. En los últimos dos años apenas ha establecido contactos con la UE y sus reuniones con representantes de países miembros se pueden contar con los dedos de las manos. La actitud del norteamericano no ha pasado inadvertida en Bruselas, donde se busca dar un nuevo impulso a los contactos con Washington.

Según ha podido saber El Confidencial Digital, un grupo de diplomáticos de la UE han estudiado las posibles causas que han provocado esta situación. Los problemas detectados son los siguientes:

-- Europa ha perdido relevancia geoestratégica y comercial para América. La democratización de Oriente Medio y las nuevas vías de diálogo con China son ahora los principales objetivos de Obama. Los acuerdos comerciales con Asia se reproducen desde 2009, y Europa tiene poco que ofrecer en ese sentido: en los primeros diez discursos de Obama como presidente, no mencionó ni una sola vez al Viejo Continente.

-- En América no entienden la falta de cohesión en Europa. La UE no da la sensación de unión que desearía y eso es conocido en Estados Unidos. El fracaso de la Constitución europea y las disputas internas entre los países miembros por asuntos locales no son asumidos desde el otro lado del Atlántico. En las próximas reuniones en Bruselas se tratará de resolver este asunto.

-- La transformación pendiente de la OTAN. Durante la Guerra Fría, Europa era el mejor aliado de Estados Unidos contra el mundo soviético. Desde la caída del Muro de Berlín y de la URSS se ha iniciado un proceso de conversión de la OTAN que, aún no habiendo concluido, ha ido alejando paulatinamente a la UE de Washington.

-- Obama no quiere ser Bush. El recuerdo de la guerra de Irak sigue muy presente en la sociedad norteamericana y en la mente del presidente. Obama cree que su antecesor se equivocó y no quiere iniciar una guerra contra el islamismo implicando a presidentes europeos. Los contactos con éstos han ido reduciéndose paulatinamente y sólo busca el apoyo ‘diplomático’ de la UE en Afganistán y contra el avance nuclear de Irán.

-- La mentalidad de la ciudadanía europea. Se ha observado que los ciudadanos de la Unión culpan de la crisis económica a Estados Unidos. Además, en países como Francia, Inglaterra o Francia, la sociedad no muestra un carácter europeísta y muchos no entienden la necesidad de la Unión.

Expertos diplomáticos consultados por ECD explican que el reto más próximo de la UE es “volver a situarse en el mapa geoestratégico de Estados Unidos”. Para ello, será imprescindible convencer a Obama de la necesidad de consolidar los nuevos objetivos de la OTAN y reflejar la capacidad de la Unión para salir de la crisis a través de la cooperación de los países miembros.

“Es vital que desde América se vea que existe un proyecto económico, logístico y comercial único en Europa, independientemente de intereses locales. Si conseguimos que esos proyectos casen con los suyos tendremos mucho ganado”, concluyen las citadas fuentes.