Obama no tendrá problemas legales para quedarse con los regalos que le llevó Zapatero: ninguno superó los 335 dólares

De la visita oficial de Zapatero a Washington ha quedado como anécdota la lista de regalos que hizo a Barack Obama, unos objetos bastante mediocres tratándose del presidente de los Estados Unidos. Pero hay un motivo para que el visitante español eligiera tales obsequios.

Los presentes que llevó Rodríguez Zapatero hasta la Casa Blanca fueron una guía turística de Barcelona y Cataluña, un facsímil de las capitulaciones de Santa Fe, ciudad fundada por los españoles hace 400 años, y una reproducción del primer dólar que circuló en Estados Unidos tras la independencia y que era de origen español.

La explicación de la modestia de los regalos está en los dictados de una ejemplarizante ley estadounidense que regula, en función de su valor, el destino final de los presentes que reciben los miembros del legislativo y del Ejecutivo.

Dentro del Departamento de Estado existe una unidad encargada de los regalos protocolarios, dedicada a valorar el precio de cada obsequio, y en el caso del presidente sólo puede quedarse para él objetos cuyo valor no exceda de 335 dólares (unos 250 euros).

Los regalos que superen ese tope pasan a ser propiedad del Estado y el boletín oficial estadounidense publica la lista a principios de cada año, algo que contrasta con lo que ocurre en España.

Zapatero decidió elegir unos regalos ‘baratos’ –en especial, la guía turística- con el fin de que Obama y su familia se los pudiesen quedar para ellos.

 

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