PP y PSOE reaccionan para combatir el rechazo de sus votantes: preparan una revolución en sus listas. Caras nuevas, candidatos ‘limpios’ y nombres de prestigio

Los datos que manejan el Partido Popular y el Partido Socialista confirman la evidencia: los políticos se encuentran cada vez peor valorados por sus propios votantes. En los cuarteles generales de ambas formaciones se preparan ya para frenar un desplome de votos en las próximas elecciones. Habrá una auténtica revolución en sus listas.

Tanto en Ferraz como en Génova disponen de datos que destacan que el descontento, la desafección y la brecha entre ciudadanos y los partidos políticos es cada vez mayor, según han explicado a El Confidencial Digital fuentes populares y socialistas.

Las elecciones Europeas de 2014 y las Autonómicas y Municipales de 2015 están a la vuelta de la esquina y, cada día que pasa, explican las fuentes consultadas, se nota más en la calle el malestar con los partidos políticos y sus dirigentes.

Las principales críticas que reciben en el PP y en el PSOE se centran en que los políticos no han realizado recortes, en el “pesebrismo” político y en los frecuentes casos de corrupción política, que saltan a la palestra un día sí y otro también. “En la calle están hartos de nosotros”, apuntan las mismas fuentes.

No se trata de una simple opinión de expertos de comunicación o de una comprobación de la indignación ciudadana, que se pone de manifiesto con los “escraches”, las redes sociales o las conversaciones cotidianas, aseguran. Es un malestar general que se palpa cada día en la calle y en los sondeos y estudios que manejan los dirigentes populares y socialistas.

Revolución radical

Ambas formaciones, ante este creciente rechazo ciudadano, se encuentran preparando cambios radicales de cara a las próximas citas con las urnas con el objetivo, como decimos, de evitar grandes cifras de abstención o fugas de votos que pueden ser históricas.

Entre los líderes políticos de todo signo, por tanto, existe la convicción de “algo importante y revolucionario hemos de hacer en los partidos para recuperar parte de la confianza y de los votos”, según aseguran fuentes de ambas formaciones a El Confidencial Digital.

Y es en las listas electorales donde se plasmarán estos cambios. Tanto PP como PSOE, según ha sabido ECD, incluirán nuevas caras, con candidatos totalmente ‘limpios’ y sin implicación alguna en casos de corrupción.

Serán, en general, personas honradas y profesionales de prestigio con el objetivo de que la ciudadanía recupere la confianza en la política.

 

Especial preocupación por las Europeas

Desde el PSOE y el PP se están planteando las próximas elecciones europeas como un auténtico ‘plebiscito’, ya que, en este tipo de comicios, los partidos minoritarios suelen crecer mucho, y los antecedentes en Europa, y la desafección de los ciudadanos, preocupan a ambas formaciones.

El caso de Beppe Grillo “no es casual” para socialistas y ‘populares’, que diseñan listas con candidatos consolidados, y reconocidos por los votantes.

Esos mismos candidatos serán los que protagonicen los actos de campaña, que serán mucho más agresivos que en comicios pasados para volver a convencer a la gente y contrarrestar el avance de los partidos minoritarios.

Pedro Arriola es el oráculo de Rajoy

Con sus sondeos y encuestas permanentes que lleva a Moncloa, el sociólogo sevillano Pedro Arriola es la persona más influyente en las decisiones de Rajoy. Arriola ya ejercía esa influencia con Aznar, pero ahora ha incrementado su peso en La Moncloa.

Un ejemplo de su ‘poder’: cuando entre un sector de votantes surge la pregunta de por qué el PP, por ejemplo, no reforma el aborto –que era una de sus profesas electorales- , la respuesta que se ofrece es la siguiente: Arriola tiene datos de que no es una cuestión que la mayoría de los españoles esté demandando; lo que desea es una recuperación económica y unos partidos políticos renovados.

Arriola, en cambio, sí dispone de datos de que existe una demanda ciudadana contra los partidos políticos, que exige cambios rápidos: de no hacerlos, el “tsunami contra la partitocracia se llevará por delante en España a líderes y partidos políticos”, y sólo un ciego puede negar esa evidencia.

El “fantasma” de la UCD

En el PP, por tanto, se estudia con preocupación la situación de la calle, la crispación y el desprestigio del partido. No sirve como consuelo ver cómo en el PSOE la sangría es igual o mayor, con las divisiones existentes con el PSC, el escándalo de los ERE en Andalucía y los “nubarrones” electorales que les otorgan las encuestas.

El bipartidismo en España puede acabarse, pero lo sucedido con la UCD hace reflexionar: llevó la transición política española y desapareció en pocos años. En aquel entonces, el voto se esfumó hacia AP y hacia el PSOE, pero ahora el enigma es superior y de otra índole, pues no hay un partido de derecha o de centro-derecha fuera del PP, y el radicalismo de los partidos a la izquierda del PSOE no son una alternativa, sino más bien un “castigo” para el PSOE. A UPyD sólo se le reconoce una importancia marginal.

El dilema, tanto para el PP como al PSOE, ya está presente entre los líderes de ambos partidos: han de hacer una revolución clara en las listas, para recuperar su propia identidad, si es que están a tiempo y lo consiguen.

Los ‘números 1’ de los partidos se resisten

Así como las bases de los partidos políticos y líderes de segundo nivel sí aceptan la urgencia de esta renovación, el problema se encuentra en los ‘números 1’, que no quieren o no saben cómo llevar a cabo esa revolución en su propio partido, apuntan las fuentes consultadas.

“Rubalcaba está haciendo mucho daño al PSOE aferrado a su puesto”, reconocen fuentes socialistas a El Confidencial Digital, y “el anuncio de Griñán, afirmando que no se presentará a la reelección, es sólo una partida de defunción política provocada por los tribunales”, afirman las mismas fuentes.

Por su parte, Mariano Rajoy tiene como única prioridad sacar a España de la crisis, y de hecho se le reconoce el mérito de que nuestro país no haya sido rescatado, pero se le echa en cara que “no esté preparando ya la renovación del partido”.

El “caso Manuel Pizarro”

Es en el segundo escalón de los líderes políticos donde sí se ve urgente renovar las listas electorales con caras nuevas, con profesionales de prestigio, honrados y reducir el “pesebrismo político” o las “castas”, personas y familias que han vivido y viven de la política toda su vida, tanto ellos como sus familiares próximos o lejanos.

El fichaje de Manuel Pizarro por parte del PP pretendía transmitir esa imagen de incorporar profesionales de prestigio. Pizarro, presidente de la Bolsa de Madrid, y luego de Endesa, dio el paso en 2008, animado por un incipiente “nuevo modo de hacer política”. Sorprendentemente, el famoso debate entre Pizarro y Solbes propició la defenestración de Pizarro, a cargo del PP. Pizarro fue relegado a “mero diputado raso”, y cumplió con tenacidad con su tarea de diputado degradado.

¿Fue poco político Pizarro, o simplemente los dirigentes del PP no aceptaban el rigor profesional? Sea como fuere, la política no ha sido una opción de los más valiosos en estos años, “sino de mucha gente mediocre”, como reconocen fuentes políticas a ECD.

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