Pablo Casado se perfila como la “tercera vía”

El PP asume que habrá una batalla sin cuartel con vencedores y vencidos

La demanda de una candidatura de unidad ha dado paso a un choque directo. Cospedal busca sumar a Margallo y Sáenz de Santamaría cuenta con que la apoyen los partidarios de Feijóo

“Es necesaria una candidatura de unidad para evitar guerras en el PP”. Este mensaje fue el más repetido en los días posteriores a la renuncia de Mariano Rajoy. Lo impulsó la ejecutiva nacional, entonces liderada por María Dolores de Cospedal. No obstante, la hoy candidata no ha logrado ese objetivo: deberá enfrentarse a Soraya Sáenz de Santamaría para liderar el partido.


Según explican a El Confidencial Digital altos cargos del PP bien situados en Génova 13, Cospedal es, de los actuales seis candidatos a suceder a Rajoy al frente del partido, la que antes empezó a moverse: “Promovió una alianza con Feijóo para que él liderara la candidatura y la mantuviera a ella como número dos”.

De esa forma, señalan las mismas fuentes, buscaba “arrinconar y frenar” a Soraya Sáenz de Santamaría, que desde el anuncio de la marcha de Rajoy se estaba planteando dar el paso. “Pensó que, con una candidatura de Feijóo y ella, y las amenazas de Margallo de presentarse si Soraya aspiraba a la sucesión, ésta daría marcha atrás”.

El “no” de Feijóo lo cambia todo

Desde el entorno de Cospedal, y también desde el de Feijóo, se deja entrever que ambos dirigentes han hablado en las últimas semanas. No obstante, las presiones de la ya ex secretaria general al presidente de la Xunta para que se presentara no surtieron efecto: “Sintió que le querían atribuir responsabilidades que no le correspondían”, aseguran colaboradores del gallego.

El dirigente autonómico, de hecho, ya había decidido el pasado fin de semana no liderar una “candidatura de unidad”, cuando empezó a tomar cuerpo la opción de Pablo Casado... Cospedal y Sáenz de Santamaría se movilizaron definitivamente para anunciar que ellas sí iban a aspirar a liderar el partido.

Según las fuentes consultadas, el “no” de Feijóo supuso la confirmación, a nivel interno, de que habría “batalla” entre las dos lideresas del partido: “Desde el fin de semana empezamos a asumir que la lista de unidad era imposible y que vamos a un congreso donde habrá vencedores y vencidos”, aseguran los cargos de Génova consultados.

Ese escenario, no obstante, empieza a ser visto incluso con buenos ojos por estas mismas fuentes, que hablan de la necesidad de llevar a cabo un intenso debate interno: “Hasta ahora se ha jugado a equilibrios de poder y el desgaste ha sido enorme. Ahora, habrá un bando que se imponga a otro, pero el partido por fin avanzará”.

Cospedal busca sumar a Margallo

Una vez asumido que no habrá candidatura de unidad y que será ella la que tenga que disputarse con Soraya Sáenz de Santamaría el liderazgo del PP, María Dolores de Cospedal ya está haciendo valer su poder territorial en busca de apoyos.

Tal y como se informó en estas páginas, la ex número dos del partido cuenta con un apoyo mayoritario en Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia, Asturias y Navarra. No obstante, considera clave sumar a su proyecto a otros miembros del partido que han presentado candidatura para, en la medida de lo posible, construir una lista de unidad frente a la de Sáenz de Santamaría.

En ese sentido, personas del entorno más cercano a Cospedal afirman que la ex secretaria general buscará que José Manuel García-Margallo y José Ramón García-Hernández unan fuerzas junto a ella frente a la ex vicepresidenta del Gobierno: “Ambos están mucho más próximos ideológicamente a María Dolores que a Soraya”, aseguran.

 

Sáenz de Santamaría, a por los afines a Feijóo

Soraya Sáenz de Santamaría, por su parte, es consciente de que no cuenta con el poder orgánico de Cospedal y que su objetivo debe ser acercarse a referentes del partido que le permitan movilizar el voto de los militantes en diferentes territorios.

La ex vicepresidenta, en este sentido, quiere hacer suyos los apoyos de algunos presidentes populares que apostaban por Feijóo, como el riojano José Ignacio Ceniceros; el extremeño José Antonio Monago y el castellano leonés Juan Vicente Herrera.

La vallisoletana considera que, con los tres, y el respaldo de Juanma Moreno en Andalucía, Alfonso Alonso en el País Vasco  y Roberto Bermúdez de Castro en Aragón tendría muchas opciones.

No obstante, desde el equipo de Cospedal advierten que Herrera ya no lidera el PP de Castilla y León y que ahora está al frente un Fernández Mañueco mucho más próximo a la ex vicesecretaria general; y que Monago, descartada la candidatura de Feijóo, se inclinaría por Cospedal en vez de por Sáenz de Santamaría.

Casado busca asentarse como “tercera vía”

Con este escenario, sumar a Pablo Casado a su proyecto podría suponer un acuerdo clave para la ex vicepresidenta del Gobierno. Desde su entorno no se descarta esa opción y, de hecho, ella misma “ha tendido la mano a otros candidatos”. No obstante, saben que el diputado por Ávila tiene “aspiraciones serias en este congreso”.

Casado, en este sentido, ha visto la oportunidad, sobre todo tras la renuncia de Feijóo, de consolidarse como la “tercera vía” para aquellos que quieran evitar una guerra entre Cospedal y Sáenz de Santamaría. Y, advierten las fuentes consultadas, “si ese mensaje cala y va sumando apoyos, puede aguantar hasta el final”.

Otros cargos populares dan por hecho, sin embargo, que Casado aceptaría sumarse al proyecto de Sáenz de Santamaría si ésta le ofrece la presidencia del PP de Madrid y ser candidato a la Comunidad en 2019, ya que su objetivo es garantizarse, de cara al futuro, poder territorial y convertirse en “barón regional”.

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