El PP concluye que Rajoy no caerá por la Gürtel
No hay consenso para la moción de censura: el PSOE no quiere el apoyo de los independentistas, Rivera amenaza con repetir la operación de Madrid y Podemos vetará a Ciudadanos
En apenas 24 horas, el PP ha pasado de dar por blindada la legislatura, tras la aprobación de los Presupuestos, a verla peligrar por la sentencia de la Gürtel. A pesar del duro momento por el que atraviesa el Gobierno, en Génova 13 consideran que la falta de un consenso por parte de la oposición permitirá a Mariano Rajoy permanecer en La Moncloa.
Según explican El Confidencial Digital altos cargos del partido, la dirección nacional del PP ha hecho un primer análisis de daños después de una jornada más que intensa en la que los populares han estado especialmente atentos a las diferentes reacciones de la oposición. Y, aunque solo Podemos ha anunciado públicamente su apuesta por una moción de censura, en la sede nacional dan por hecho que tanto PSOE como Ciudadanos también intentarán provocar la caída del Gobierno.
Las fuentes del PP consultadas asumen que, este mismo viernes, el PSOE puede poner en marcha la maquinaria para presentar esa moción que exige Pablo Iglesias. No obstante, la información que llega a la sede nacional del partido es que Pedro Sánchez va a emprender una “huída hacia adelante” pese a saber, de antemano, que su propuesta no prosperará.
En este sentido, en la ejecutiva del Partido Popular saben que los planes de los socialistas chocan con los de Podemos y que, a su vez, Albert Rivera y Ciudadanos diseñan otra estrategia que tampoco será aceptada por Sánchez y por Iglesias. Así las cosas, añaden en el PP, esa división de la oposición es la principal esperanza para que Rajoy siga en La Moncloa pese a la dura sentencia conocida este jueves.
La suma imposible que busca el PSOE
Sobre los planes del PSOE, los dirigentes del PP contactados con este diario aseguran que en Génova se tiene “constancia” de que Sánchez volverá a defender una “suma imposible” para la moción de censura: la de los socialistas, Podemos y Ciudadanos que ya intentó en su candidatura a la investidura y que fracasó estrepitosamente.
Los populares están convencidos, y han recibido “datos” al respecto, de que el secretario general del PSOE solo contempla una moción de censura en esos términos. Es consciente de que cualquier otro tipo de alianza es peligrosa para él.
Sánchez rechazará de plano, como ya hizo hace dos años, obtener una mayoría simple para tomar el relevo de Rajoy con los votos de Podemos y los independentistas. Entre otras cosas, señalan, porque “eso le volvería a provocar una guerra interna que quiere evitar a toda costa” y porque “estaría al frente de un Gobierno cuya gestión sería casi imposible”.
Por otro lado, en Génova añaden que la única opción de que Rivera vote junto a PSOE y Podemos es que Sánchez acepte que el presidente investido tras la caída de Rajoy, que en ningún caso sería el líder socialista, convoque elecciones nada más tomar posesión. Un escenario, el del adelanto electoral, que persigue el líder de Ciudadanos desde hace tiempo pero que quiere evitar a toda costa el propio Sánchez.
No habrá otra “operación Madrid”
Rivera, aseguran desde el PP, no va a renunciar a plantear esa opción al secretario general del PSOE, aunque solo sea para justificar el “Plan B” que ya tiene preparado. Un plan que pasa por repetir la operación realizada en Madrid y que supuso la dimisión de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad.
Después de que el PSOE de Ángel Gabilondo presentara la moción contra la entonces presidenta regional, Ciudadanos anunció que, si Cifuentes no dimitía antes de la fecha fijada para el debate en la Asamblea, apoyaría la propuesta socialista. Un ultimátum que Rivera pretende repetir ahora pero, en esta ocasión, pidiendo la cabeza de Mariano Rajoy.
La maniobra, sin embargo, no funcionará –aventuran en Génova-, porque “Sánchez no se va a dejar utilizar como entonces” y “Rivera tampoco se la va a jugar como en Madrid”, donde “solo se salvó de tener que apoyar la moción de censura por la publicación del vídeo del robo de Cristina Cifuentes”.
Podemos mantiene el veto a Rivera
El líder de Ciudadanos, en este sentido, “ni quería ni quiere” votar lo mismo que Podemos, por lo que jamás apoyará una moción de censura respaldada por los de Pablo Iglesias. Salvo por un motivo: para forzar nuevas elecciones.
Ese veto, sin embargo, es “bidireccional”, ya que la formación morada tampoco quiere saber nada de Ciudadanos: “Prefiere que la moción prospere solo con ellos y con los partidos nacionalistas, algo a lo que se niega Pedro Sánchez”.
Además, recuerdan en Génova, hace dos años Sánchez, ante esta misma tesitura, decidió pactar primero con Rivera y después con Podemos, algo que, de repetirse ahora, “provocaría la misma respuesta en Pablo Iglesias”.
Un PSOE dividido
A esta división que protagonizan los tres principales partidos de la oposición hay que sumarle, en opinión de los dirigentes nacionales del PP consultados, la fractura existente en el seno del PSOE, donde Sánchez “no encontrará apoyo unánime” a una moción de censura.
Miembros de la dirección socialista consultados por ECD confirmaron a este diario que, a lo largo de la tarde de ayer, y antes de que se convocara la reunión extraordinaria de este viernes, el secretario general contactó con diferentes federaciones regionales para intentar alcanzar un acuerdo.Y recibió respuestas de “todos los colores”.
Pese a ello, y también movido por la presión de sus propios colaboradores, decidió convocar a su ejecutiva hoy en Ferraz para consensuar una respuesta a la condena del PP por la Gürtel.
Las fuentes del PSOE consultadas llevaban “horas esperando” a que Sánchez anunciara esa reunión, pero son conscientes de las dificultades para lograr un gran pacto: “A ver qué decidimos”, comentaban a última hora de la tarde de ayer.
