El PP se asustó por las consecuencias electorales del asesinato de Isabel Carrasco en León
Los expertos han concluido que no va a tener efectos negativos para el partido al haberse producido al inicio de la campaña
El asesinato a tiros de la presidenta de la Diputación de León provocó un gran nerviosismo en el Partido Popular. Había temor a un efecto negativo en el resultado de las europeas, como ocurrió en las generales de 2004 con los atentados del 11-M. Hasta el presidente Rajoy llegó a recibir informes de su equipo de asesores.
El crimen de León ha sido el primer asesinato en España de un político que, por primera vez en democracia, no ha sido relacionado con ETA o con cualquier otra organización terrorista. Este hecho llamó la atención en el PP y, a la vez, encendió las alarmas en el partido.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, dirigentes del partido mostraron su preocupación por las consecuencias electorales que podría tener para el PP el asesinato.
Algún sector del partido recordó que en el crimen estaban implicadas dos militantes populares y que la asesinada también era una dirigente regional.
El PP temía que la noticia pudiera provocar un efecto negativo para el partido y hubiera trasvases masivos de voto o directamente, una desmovilización.
Las fuentes consultadas por ECD explican que a algunos cargos del PP les vino a la memoria lo sucedido el 11 de marzo de 2004, cuando Rajoy perdió las elecciones generales contra los pronósticos de las encuestas, tras el atentado en los trenes de Cercanías.
Rajoy ha recibido informes
Según confirman a ECD fuentes cercanas al presidente, Mariano Rajoy ha recibido en su despacho a mediados de esta semana algún informe detallado sobre las consecuencias que podría tener para el PP el asesinato de Isabel Carrasco en León. Fue elaborado por su equipo de asesores, que tienen monitorizado día a día los datos demoscópicos.
La conclusión que le han transmitido ha sido que la noticia del asesinato de Carrasco no afectará a los resultados electorales del partido.
Los expertos aseguran que el crimen apenas marcará la campaña y que, por tanto, no será decisivo a la hora de que los españoles decidan su voto. Una de las pocas cuestiones a las que ha afectado ha sido al debate entre Cañete y Valenciano en TVE, que ha tenido que ser cambiado de día y se celebrará esta noche.
La cuestión no es grave porque el suceso se irá diluyendo en el tiempo. Los españoles irán asimilando, poco a poco, lo que ha sucedido y todo irá quedando desplazado por el día a día de la campaña. La recta final será importante.
Se insistió, eso sí, en ‘mimar’ los gestos de estos días, en moderar muy bien las declaraciones, medir las intervenciones de todos los dirigentes del PP. Ni una salida de tono, ni un patinazo.
Un aspecto que se ha cuidado mucho, por cierto, también desde el PSOE. Con peticiones de dimisión tras desafortunados comentarios en Twitter, mensajes de condolencia y una presencia significativa de los socialistas en el funeral.
Lo peor: a pocos días de la votación
Lo que sí han comunicado los expertos es que si el asesinato de Isabel Carrasco (o una noticia similar) se hubiera producido a falta sólo de unas horas para la votación, el resultado sí hubiera sido imprevisible.
En ese caso –han transmitido a Rajoy- las consecuencias de una noticia de este calibre hubieran sido incontrolables para el PP. Con el agravante de que no habría habido tiempo para reaccionar.
