Cierre de filas en torno al secretario general

Los barones del PSOE firman un pacto de no agresión a Pedro Sánchez hasta las generales

Se acordó en un comité federal donde se argumentó que “éste puede ser el último tren” del Partido Socialista para gobernar en España

Pedro Sánchez de campaña electoral
Pedro Sánchez.

El PSOE de Pedro Sánchez será un partido unido, sin fisuras, hasta las elecciones generales. No habrá críticas ni desplantes en los próximos meses hacia el secretario general. Ni uno. Es el acuerdo tácito que ha alcanzado el comité federal del partido y que cumplirán todos los barones.

Los socialistas lo llaman un “pacto de silencio”. Se trata de un acuerdo estratégico que han sellado todos los miembros del aparato del PSOE para acabar con los ataques hacia Pedro Sánchez, según relatan a El Confidencial Digital fuentes cercanas a la dirección del partido.

La estrategia que se ha decidido adoptar se centra, principalmente en dos aspectos:

1. Repetir con insistencia que “Pedro Sánchez es nuestro líder” para reforzar su figura. Dejar claro que es indiscutible y no hay dudas al respecto.

2. Insistir en que el PSOE va a ganar las elecciones y en que “Pedro Sánchez va a ser el próximo presidente del Gobierno”.

Los mensajes en clave electoral que se difundan desde la cúpula del PSOE en los próximos meses pivotarán sobre estos dos puntos: no habrá, por tanto, dudas sobre su liderazgo y sobre sus opciones de derrotar a Mariano Rajoy.

Cuándo y dónde se cerró el acuerdo

Este ‘pacto de no agresión’ hacia Pedro Sánchez ha sido consensuado en varias reuniones y conversaciones mantenidas por los principales miembros del comité ejecutivo federal del PSOE. Allí se sientan los barones del partido que han aceptado estas reglas de convivencia.

Fue a lo largo del mes de julio cuando la cúpula socialista asimiló que debía ‘hacer piña’ en torno a la figura de Pedro Sánchez de forma más intensa y clara, explican las fuentes consultadas por ECD.

A lo largo del mes de agosto, los barones se han encargado de difundir a sus federaciones el mensaje de que no se van a permitir fisuras en los próximos meses. Esta cuestión es innegociable. No se permitirá ningún ‘verso suelto’.

El argumento que se ha empleado para transmitir a las bases esta consigna es que el PSOE tiene que coger “uno de los últimos trenes que le queda para gobernar en España”, en referencia a la amenaza que supone para los socialistas la irrupción de Podemos y a la incertidumbre sobre cómo quedará el escenario político después de las generales.

 

En otros actos de carácter más restringido, como fue el funeral de Txiki Benegas, algunos dirigentes del PSOE también hablaron, en esta ocasión a nivel personal, de que se trata de un momento decisivo, muy delicado y el partido no puede permitirse ahora una sola tontería, ni perderse en una absurda lucha de ‘egos’.

La incertidumbre se llama Susana Díaz

El papel que jugará Susana Díaz sobre todo lo dicho es, a día de hoy, una incógnita para la dirección del PSOE.

Mientras desde su entorno confirman que en octubre iniciará una ofensiva contra el secretario general, Pedro Sánchez y su equipo creen haber hecho los deberes. Consideran que han ganado para la causa del ‘pacifismo’ a los posibles aliados de la presidenta de la Junta en esa hipotética rebelión a escasas semanas de las generales.

 “Lo que ella transmite es que está centrada en su hijo y que no va a hacer nada”, explican desde el entorno de Pedro Sánchez.

Hay que recordar, además, que algunos barones del PSOE ya han hecho llegar a Susana Díaz el mensaje de que tiene que frenar de manera inmediata cualquier crítica hacia Pedro Sánchez.

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