El PSOE apuesta por Valencia ante una previsible debacle en Cataluña
Los sondeos internos y externos que maneja Ferraz señalan una debacle en Cataluña y opciones de que puedan gobernar en la Comunidad Valenciana. Por eso, los socialistas se están volcando en tierras valencianas.
En Cataluña, el panorama electoral para los socialistas es preocupante, como pronostican los sondeos. Además de la posible pérdida significativa de apoyo electoral a nivel autonómico, en el PSOE preocupa el fracaso que puede cosechar en las elecciones generales de 2015.
El último sondeo público en tierras catalanas es demoledor para los socialistas. El Barómetro Político de Cataluña del Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP) confirma a ERC como primera fuerza política, relegando a CiU al segundo lugar y situando a Ciutadans como tercera fuerza política. En cuanto al PSC, prevé una caída creciente, situándolo en cuarto lugar y perdiendo 5 escaños, los mismos que perdería el PP, que sería la quinta fuerza política.
El desafío soberanista catapulta a ERC
El desafío soberanista lanzado por el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, sigue beneficiando a ERC, que ahora recibiría uno de cada cuatro votantes de CiU en las pasadas elecciones.
Los trasvases de votos de CiU al PSC y PP son irrelevantes,y el líder mejor valorado es el de ERC, Oriol Junqueras, por encima de Artur Mas.
Con este escenario político, que se da por sólido, en Ferraz dan por hecho que poco puede recibir de los socialistas catalanes en las tres próximas convocatorias electorales: las europeas de 2014 y las autonómicas y generales de 2015.
Elena Valenciano, decisiva en el cambio de Ferraz
Muy distintas son las perspectivas en tierras valencianas, no porque el PSPV obtenga un aumento de votos, sino por el hecho de que puede liderar un tripartito que gobierne en la Comunidad Valenciana.
Si los socialistas llegan a gobernar en tierras valencianas, el impulso para las elecciones generales a finales de 2015 se da por hecho en el partido.
En Ferraz son conscientes de que la dificultad mayor para alcanzar el poder en la Comunidad Valenciana vuelve a ser, de nuevo, la división entre sus líderes, ahora personificada en Ximo Puig y Francesc Romeu: el primero simboliza el continuismo; el segundo, el cambio.
Las primarias valencianas se celebrarán, finalmente, en febrero, y – tal como ha podido saber El Confidencial Digital- se busca llegar a esa cita con un pacto entre Puig y Romeo. La tarea ha sido encomendada a la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, con su residencia familiar en Altea (Alicante), que ya va siguiendo de cerca este proceso.
La opinión de Valenciano ha sido clave cambiar de estrategia a la dirección federal, anteponiendo los resultados en tierras valencianas al apoyo a los socialistas catalanes, según las fuentes consultadas.
La unidad de la federación valenciana, con el fin de evitar una “guerra abierta” con motivo de las primarias, es ahora objetivo prioritario para Ferraz, para que el PSPV salga reforzado con opciones de ser alternativa al PP.
Romeu gana posiciones
La dirección federal del PSOE, como decimos, apuesta por un pacto entre Ximo Puig y Francesc Romeu, secretario general de los socialistas valencianos y portavoz, respectivamente.
Ferraz está insistiendo a ambos a que lleguen a un acuerdo, de modo que se evite la ruptura de la formación socialista en el proceso electoral interno.
Ximo Puig parece el candidato natural, pero hay reticencias en Ferraz porque encarna el continuismo lermista, sector que no tiene predicamento en Madrid. Tampoco olvidan algunos el apoyo de Puig a Carme Chacón para disputarle la secretaría general a Alfredo Pérez Rubalcaba, pese a hábiles movimientos de Puig para presentarse como “el candidato de Rubalcaba” en la Comunidad Valenciana.
En Madrid gana opciones un posible pacto por el que Romeu fuera el candidato a la Generalitat y Puig conservase la secretaría general y optase a presidir las Cortes Valencianas. Puig, según ha sabido este digital, no acepta, hoy por hoy, este posible pacto, y Romeu prefiere el silencio, como ha comprobado ECD.
