El mapa de los compromisarios electos va a ser decisivo

Pablo Casado se da unos días para responder a la propuesta de Soraya de formar una candidatura unitaria con ella

Barones regionales se han movilizado para reclamar al segundo más votado un congreso sin guerras. Cospedal sabe que tiene la llave de la presidencia y “la va a usar”

Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.
Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.

Soraya Sáenz de Santamaría fue la precandidata más votada en las elecciones primarias del PP celebradas ayer. La ex vicepresidenta se impuso por poco más de 1.500 votos a su más inmediato perseguidor, Pablo Casado. Ambos, por tanto, son ya los únicos aspirantes a suceder a Mariano Rajoy como presidente del partido.

Lo ajustado del resultado, y el papel que pueda adquirir María Dolores de Cospedal, tercera en estas primarias, en las próximas semanas, deja abierta cualquier posibilidad de cara al congreso del 20 y 21 de julio. De los dos candidatos a la presidencia, solo Sáenz de Santamaría tiene clara cuál va a ser su hoja de ruta.

Soraya buscará la lista unitaria

La vencedora de esta llamada “primera vuelta” de la votación para la presidencia del PP llegó a Génova 13 sobre las nueve y cuarto de la noche y, junto a su equipo de campaña, siguió el recuento de los votos en la tercera planta de la sede nacional del partido, en la que su equipo ha trabajado durante las últimas semanas.

Una vez conocidos los resultados, Sáenz de Santamaría compareció ante los medios tendiendo la mano a Pablo Casado, y recordando que ya ofreció, durante la campaña, “generosidad” para integrar a otros candidatos a su proyecto para lograr la unidad del partido.

Desde el equipo de campaña de la ex presidenta se insistía en este discurso: “Los afiliados han hablado, y querrán que se respete su voto. Ahora el partido necesita unidad”.

Las mismas fuentes, consultadas por ECD, anuncian que, en los próximos días, Sáenz de Santamaría hará “ofertas concretas” a Pablo Casado para integrarle en su candidatura y, de esa manera, ir al congreso unidos, evitando así cualquier guerra interna.

De hecho, los barones regionales afines a Cospedal, como Juanma Moreno o Alfonso Alonso –presente en Génova en la jornada de ayer- se están ya movilizando para pedir en bloque, y públicamente, una lista unitaria de cara al congreso, en la que Casado se integre al proyecto de Sáenz de Santamaría.

Casado se da unos días

El ex vicesecretario de Comunicación quiso ayer, en su comparecencia ante los medios, marcar distancias con esa propuesta de integración por parte de Soraya y sus afines. Recordó, en este sentido, que “los estatutos contemplan que hay dos votaciones” y que él mismo había asegurado que llegaría hasta el final en este proceso.

Además, aprovechó, desde la sala de prensa, para lanzar guiños a María Dolores de Cospedal, cuyos compromisarios afines podrían ser decisivos en el congreso del 20 y 21 de julio.

Pese a ese discurso, Pablo Casado aún no descarta ningún tipo de escenario de cara al decisivo cónclave de dentro de dos semanas. Y, por ese motivo, va a darse unos días para reflexionar antes de tomar cualquier tipo de decisión.

 

Según las informaciones que le llegan al Confidencial Digital, el ex vicesecretario de comunicación no quiere precipitarse en la toma de decisiones hasta conocer exactamente cuál es el mapa definitivo de los compromisarios electos ayer. Un dato “decisivo”, para saber los apoyos orgánicos de Sáenz de Santamaría y los que podría tener él procedentes de Cospedal, que no conocerá hasta hoy.

Casado, que antes de conocerse los votos de los militantes de Andalucía llegó a situarse 4.000 votos por delante de Soraya, es consciente de que vuelve a estar “en medio” en la disputa entre Sáenz de Santamaría y Cospedal y que ambas presionarán para intentar alcanzar un acuerdo con él.

Sobre la oferta que pueda realizarle la vencedora de las primarias, ayer en Génova 13 se hablaba, sobre todo, de la secretaría general del partido y de la presidencia del PP de Madrid como las dos opciones más factibles. Casado, no obstante, no tiene constancia de una propuesta concreta y esperará a tomar una decisión que, además de política, será personal.

Cospedal, llave de la presidencia

Los resultados de las primarias han supuesto un jarro de agua fría para María Dolores de Cospedal y su equipo de campaña, que ya antes de la comparecencia de Luis de Grandes reconocía no dar crédito a los datos que iban llegando desde las diferentes comunidades autónomas.

Los colaboradores de la ex secretaria general no podían ocultar su enfado con las ejecutivas regionales de Comunidad Valenciana y Extremadura, con Isabel Bonig y José Antonio Monago al frente: en ambas se les había dado “garantías” de que sería la más votada y en la primera se impuso Soraya y en la segunda Casado.

Sobre el papel de Cospedal de cara al Congreso, sus colaboradores más cercanos advierten: “Ella sabe que tiene la llave de la presidencia, y la va a usar”, dejando claro que pedirá formar parte de la nueva ejecutiva a un Pablo Casado al que ofrecerá el apoyo de sus compromisarios y, en última instancia, a Sáenz de Santamaría.

García-Hernández pide lista unitaria

José Manuel García-Margallo y José Ramón García-Hernández quedaron en cuarto y quinto lugar en las primarias, separados entre ambos por un puñado de votos. No obstante, su postura de cara al congreso es del todo dispar.

Así, mientas el ex ministro de Exteriores ha dejado a las claras que ambos candidatos deben mantenerse hasta el final, el diputado por Ávila apuesta sin fisuras por una lista unitaria de cara a ese cónclave.

En declaraciones al Confidencial Digital, García-Hernández reclama un “congreso de unidad” en el que Casado se integre en la lista de Cospedal: “Sería lo más sensato. Y seguro que se lo va a pensar”.


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