Va a diseñar un Ejecutivo “muy político”

Pedro Sánchez recurre a Zapatero para reestructurar el Gobierno

Unificará Hacienda y Economía, habrá nuevos ministerios, y preguntará al ex presidente sobre candidatos para esos cargos. Nombres probables: Josep Borrell, Meritxell Batet, Teresa Ribera...

El Boletín Oficial del Estado publica este sábado el nombramiento de Pedro Sánchez como séptimo presidente del Gobierno de la actual etapa democrática. El también líder del PSOE ha de nombrar a los ministros de un Ejecutivo que tiene como horizonte temporal incierto unas elecciones a las que Sánchez se comprometió pero sin apuntar una fecha aproximada.

“Vengo en nombrar Presidente del Gobierno a don Pedro Sánchez Pérez-Castejón”. Felipe VI firmó este pasado viernes el real decreto de nombramiento de Sánchez, después de que la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados apoyara la moción de censura del PSOE para derribar a Mariano Rajoy.

Tras perder dos elecciones generales, ganar dos primarias en el partido, y entre medias verse “defenestrado” por los barones regionales, Sánchez llega por sorpresa a La Moncloa. Ahora tiene el reto de formar un Gobierno, que anunció que será “socialista, paritario, europeísta, garante de la estabilidad presupuestaria y económica y cumplidor con sus deberes europeo”.

Empezó a preparar su Gobierno días antes

El Confidencial Digital ha podido confirmar, por fuentes socialistas y del entorno de Pedro Sánchez, que el nuevo jefe del Ejecutivo no esperó a tener ganada la moción de censura para empezar a diseñar la lista de ministros. Al contrario: llevaba días, antes del debate en el Congreso, sondeando a personas en las que pensaba que podrían acompañarle en el Gobierno.

Su objetivo era, si conseguía que la moción de censura triunfara, tener prácticamente definido el Consejo de Ministros en este fin de semana. De acuerdo con las fuentes consultadas, en este primer sondeo de nombres Sánchez ya recibió los primeros “noes”: por ejemplo, el de Joaquín Almunia, al que habría contactado para una cartera económica.

Pedro Sánchez llega a la Presidencia del Gobierno (como ocurrió con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero) sin haber sido ministro ni haber ocupado ningún cargo en la administración. Pero para conformar su primer Ejecutivo, Sánchez cuenta con el asesoramiento y consejo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Al habla con Zapatero

Fuentes de la sede socialista de la calle Ferraz explican a ECD que Sánchez habló con el último presidente socialista el jueves, la víspera del pleno de censura, tras tener la certeza de que el PNV le iba a apoyar en la moción de censura.

Rodríguez Zapatero se encontraba en ese momento fuera de España, pero quedó con Pedro Sánchez en hablar más despacio a lo largo de este fin de semana. La idea de Sánchez es aprovechar la experiencia de su antecesor y asesorarse antes de tomar una decisión definitiva sobre la estructura del nuevo Gobierno, las competencias de los distintos ministerios, y sobre las personas que puedan ocupar esas carteras.

Un Gobierno muy político

Sobre la distribución de ministerios, el nuevo presidente del Gobierno apuesta por conformar un Ejecutivo de perfil “muy político”, es decir, con miembros destacados del PSOE. Ya avanzó en su discurso que será un Gobierno “socialista”.

Esta destacada presencia de dirigentes del partido será equilibrada en parte con la designación de algunos “técnicos”, personas con un perfil no tan político. Todos ellos serán los encargados de pilotar el cambio de Gobierno y el aterrizaje del PSOE en la Administración del Estado.

 

No se descarta incluso la incorporación de algún independiente cercano a Podemos: no militante de ese partido, pero sí con cierto perfil del gusto de Pablo Iglesias, que ha insistido en que el nuevo Ejecutivo no puede sustentarse solo en el PSOE y sus 84 diputados, sino que debería ser pactado con Podemos.

Unificar Hacienda y Economía

En su llegada al poder, Sánchez pretende acometer una importante reestructuración del Gobierno de España, por lo que varios departamentos cambiarán de denominación y competencias respecto a la actual estructura con Mariano Rajoy.

Miembros del equipo de Sánchez apuntan que unificará los ministerios de Economía y Hacienda, que fueron uno solo con Pedro Solbes y Elena Salgado pero que Mariano Rajoy dividió al llegar al Gobierno en 2011 y ha mantenido separados durante estos años.

En los planes de Pedro Sánchez entra también crear carteras que actualmente no existen. Es, por ejemplo, el caso de un Ministerio de Cambio Climático, con el que mostraría su perfil más “verde” y ecologista. Ese departamento absorbería las competencias de medio ambiente, pero también de energía.

Según las fuentes consultadas por ECD, Sánchez tiene ya un nombre para ese ministerio: Teresa Ribera, que fue secretaria de Estado de Cambio Climático con Zapatero entre 2008 y 2011, y que también se encargó de redactar las propuestas sobre medio ambiente del programa del PSOE de 2015, como miembro del “grupo de expertos” que asesoró a Sánchez en esa campaña electoral.

La clave Josep Borrell

Uno de los nombres destinado a será a ser clave dentro del gabinete es Josep Borrell. Quien fuera (fugazmente) candidato del PSOE en 1996, ministro de Felipe González y presidente del Parlamento Europeo, apunta a una cartera relevante.

Distintas fuentes coinciden en que Sánchez incluirá en el Gobierno a quien ha sido su asesor en temas económicos, además de uno de sus más firmes defensores cuando tuvo que dejar Ferraz por la maniobra de los barones.

Aunque suena para Economía, otros dirigentes del PSOE, conocedores de los preparativos del Ejecutivo socialista, señalan que será situado en un ministerio con menor carga de gestión. Y que no tenga mucha relación con los partidos catalanistas porque Borrell se ha significado públicamente contra del independentismo. La opción más sólida es la de Asuntos Exteriores, dada su experiencia internacional y el alto nivel de contactos que acumuló por la larga trayectoria en instituciones de la Unión Europea.

Manifiesto de economistas del PSOE

Para ese súper ministerio de Economía y Hacienda, algunas fuentes apuntan a los economistas de la órbita del PSOE que esta semana publicaron un manifiesto en el que desmintieron la tesis del PP de que la moción de censura había provocado la caída de la Bolsa y el repunte de la prima de riesgo de España. El euro "vuelve a estar en problemas, pero no por España", escribieron.

Entre ellos destacan el ya citado Joaquín Almunia y, sobre todo, el ex ministro Jordi Sevilla. Según ha sabido ECD, Pedro Sánchez sondeó a Sevilla, pero éste ha declinado la oferta para hacerse cargo de la política económica. Como es conocido, Sánchez y Sevilla acabaron enfrentados cuando el primero asumió la secretaría general del PSOE, a pesar de lo cual habría pensado en él.

Firmantes del manifiesto son también Emilio Ontiveros, Rocío Martínez Sampere (del PSC), José Moisés Martín, Daniel Fuentes, Milagros Avedillo, Carlos Arenillas (fue vicepresidente de la CNMV con el PSOE) y Manuel de la Rocha, responsable económico del Partido Socialista hasta el fichaje de Manuel Escudero, y Belén Santa Cruz.

Director de la Oficina Económica

Como ministro de Economía también se baraja el nombre de David Vegara, que fue secretario de Estado de Economía con Pedro Solbes. Se da la circunstancia de que tanto Vegara como Arenillas son cercanos al ex ministro de Industria Miguel Sebastián, ya que todos coincidieron en la empresa financiera Intermoney.

En el caso de Arenillas, algunas fuentes apuestan por su nombramiento para dirigir la Oficina Económica de Moncloa. De 2004 a 2008 fue vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y miembro del Consejo del Banco de España durante su mandato en representación de la CNMV.

De Narbona a Patxi López

Se da por hecho que de la actual Comisión Ejecutiva Federal, que Pedro Sánchez eligió en el congreso de su “resurrección” hace un año, saldrán varios nombres de ministros. La presencia de Borrell complica la incorporación de la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ya que ambos son pareja y eso podría provocar suspicacias.

Uno de los miembros de la Ejecutiva que Sánchez estaría barajando para ministro es Patxi López. El ex lehendakari del Gobierno Vasco, y actual secretario de Política Federal, suena para hacerse cargo de una cartera que se podría llamar de Territorialidad. Hay que recordar que el diálogo con los gobiernos autonómicos, especialmente con el de Cataluña, es una de las prioridades que Pedro Sánchez se marcó en su discurso en el Congreso.

También se maneja el nombre de un andaluz: la cuota de la federación más poderosa del PSOE es ineludible en cualquier Gobierno del PSOE. El elegido sería Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, miembro de la Ejecutiva Federal, y que fue uno de los apoyos más importantes de Sánchez en Andalucía frente a Susana Díaz.

Gómez de Celis ocupó el cargo de gerente de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, y lo abandonó para centrarse en su función en la Ejecutiva. Esa experiencia en la Junta lleva a que el ministerio pueda ser el de Fomento.

Dos mujeres para Defensa

Uno de los departamentos de mayor peso simbólico en el Gobierno es Defensa. En el PSOE no se descarta que Pedro Sánchez arriesgue, y que nombre a Zaida Cantera, ex comandante del Ejército de Tierra y que abandonó las Fuerzas Armadas tras un caso de acoso sexual de un superior.

Pero, según fuentes militares, hay otro nombre sobre la mesa. Se trata de Meritxell Batet, catalana, diputada del PSC, bien valorada también en Podemos. Cumpliría un perfil similar al de la fallecida Carme Chacón, la primera mujer en ocupar la cartera de Defensa. Situar una catalana en un ministerio tan sensible para la unidad de España como Defensa sería un gesto simbólico de gran potencia.

Pedro Sánchez está buscando candidatas a ministras porque su intención es cumplir el requisito orgánico de la paridad, es decir, que en el Gobierno haya al menos tantas mujeres como hombres.

Ni barones ni diputados

Distintas fuentes del PSOE consultadas por ECD coinciden en señalar que Pedro Sánchez no tiene previsto incorporar a su Gobierno a barones regionales del partido. Existe la opción del portavoz en la Asamblea de Madrid Ángel Gabilondo, que fue ministro de Educación en la segunda legislatura de Zapatero, y que podría volver a ocupar esa cartera.

En principio, Pedro Sánchez pretende contar con pocos o ningún diputado, precisamente para no perder ni un solo voto en el Congreso. De hecho, alguno de los nombrados dejaría su escaño.

Durante el tiempo que dure esta etapa, el PSOE va a tener que hacer “malabarismos” para sacar adelante proyectos en el parlamento, y hay ministros, como los de Exteriores y Economía que suelen ausentarse por viajes a Bruselas o a otros lugares fuera de España.

Decisiones de impacto

Más allá de los nombres, la intención de Pedro Sánchez es comenzar esta etapa de Gobierno con fuerza, mediante anuncios y reformas de impacto. Al estilo de Zapatero que, para dejar atrás los años de Aznar, introdujo cambios llamativos en sus primeros meses.

Entre esos movimientos de calado podría figurar la inmediata derogación de los artículos más polémicos de la Ley de Seguridad Ciudadana (la llamada “ley mordaza”); anunciar una ley para garantizar la igualdad salarial en las empresas, en la línea de las reivindicaciones de la huelga feminista del pasado 8 de marzo; reformas contra la precariedad laboral; y cambios en la dirección de RTVE, ya que la oposición al PP lleva años denunciando que la radio televisión pública estaba siendo “manipulada”.

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