A pesar del “patético” que le lanzó el presidente

Pedro Sánchez da por cumplidos sus tres objetivos: presentarse como alternativa, desquiciar a Rajoy y responder con datos

Considera que en el debate del estado de la Nación ha sido respaldado por el Grupo Socialista. Se enfadó por la escena de la bandera andaluza desplegada en el hemiciclo

Pedro Sánchez en el Congreso.
Pedro Sánchez en el Congreso.

Pedro Sánchez afrontó ayer su primer y último debate sobre el estado de la nación antes de unas elecciones generales en las que aspira ser candidato. El secretario general del PSOE preparó a conciencia su intervención, hasta tal punto de llevar escrita la réplica a Mariano Rajoy, algo que no le benefició. La reacción de la bancada socialista, y también el desplante que protagonizó el presidente llamándole “patético”, le han dejado satisfecho.

Según explican a El Confidencial Digital dirigentes del PSOE muy próximos a Sánchez, el líder socialista se había planteado tres objetivos fundamentales para este debate sobre el estado de la nación: presentarse como el próximo candidato del partido a las generales y como una alternativa real al PP; romper el guión a Mariano Rajoy; y desgranar datos económicos suficientes para rebajar el optimismo del presidente.

Para lograrlo, preparó “personalmente” su intervención, aunque ha contado con la ayuda de su equipo y también de Alfredo Pérez Rubalcaba, con el que se reunió en Ferraz hace dos semanas.

Los últimos detalles del discurso los fijó después de la intervención del presidente del Gobierno por la mañana. En la comida con sus colaboradores más cercanos estaban presentes Luz Rodríguez y Juan Moscoso actuales secretaria de Empleo del PSOE y portavoz socialista en la Comisión de Economía, con quienes preparó la réplica a las previsiones de crecimiento económico de Rajoy.

Muy aplaudido por los suyos...

Durante la intervención matinal de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez realizó un gran número de anotaciones en su cuaderno rojo, que luego compartió con su equipo para ver cómo responder a las afirmaciones del presidente.

Ya por la tarde, entró en el hemiciclo, acompañado de César Luena, a falta de dos minutos de comenzar la sesión. Desde el principio, fue muy contundente contra el presidente del Gobierno. Estas fueron sus primeras palabras:

--“Este es el último debate de la legislatura. A estas alturas, señor Rajoy, usted es heredero de sí mismo. Le diré cuál es el balance de su gestión:

            -Su reforma laboral ha destruido empleo y ha cercenado los derechos laborales de los españoles. Hoy hay 584.000 empleos menos. Ha instaurado el contrato único: temporal y a tiempo parcial. Nunca hubo tanta precariedad laboral.

-Con usted, los españoles pagan 23.000 millones de euros más en impuestos.

-Y usted es el Presidente que se comunicaba por plasma con los españoles, y por sms con un delincuente”.

 

Después de estas palabras, Sánchez recibió el primer aplauso de su grupo. Una ovación que, en ese turno inicial, se repetiría hasta en 31 ocasiones. A Rajoy en su discurso inaugural de la mañana. por la mañana, mucho más largo, le aplaudieron 38 veces.

Los últimos aplausos, al final de su alocución, dejaron especialmente satisfecho al secretario general, que aprovechó para postularse como candidato: “No hay que resignarse ante la corrupción porque es posible una política limpia que trabaja para las mayorías. Una política que reescriba el pacto entre generaciones que ustedes rompieron desde el Gobierno. Esa es mi ambición. Ese es nuestro reto”.

… salvo por Eduardo Madina

El respaldo de la bancada socialista a las palabras de Sánchez fue casi unánime. Solo un diputado no aplaudió en todas las ocasiones en las que el secretario general recibió el apoyo de los suyos: Eduardo Madina.

El rival de Sánchez en el congreso extraordinario del PSOE del pasado mes de julio siguió la intervención del líder desde su escaño, mascando un chicle, y sin la intensidad de atención que mostraron otros compañeros de bancada. En varias de las ovaciones a Sánchez no reaccionó e, incluso, intercambió comentarios con la líder de UPyD, Rosa Díaz, sentada a su derecha.

Una vez concluido el cara a cara entre Rajoy y Sánchez, fue de los primeros en abandonar el hemiciclo y no quiso hacer ningún comentario a la intervención del secretario general, pese a la insistencia de los periodistas.

La réplica “preparada”

El enfrentamiento entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se tensó en segundo turno del líder del PSOE. Sánchez acusó al presidente del Gobierno de “llamar defraudadores a los parados, vagos a los funcionarios”, y de “descalificar a los profesionales de la salud, a los médicos, a las ONGs”.

El líder socialista respondió a las referencias de Rajoy a los ERE de Andalucía, asegurando que él estaba con su “compañera, Susana Díaz”, y que no iba a decir nada del candidato del PP porque, “como la mayoría de andaluces, no le conozco”.

Sobre corrupción, se dirigió a Rajoy diciendo: “Usted tenía tanta confianza en Bárcenas que se mandaban cariñosos mensajes. Obtuvo la fortuna de las mismas fuentes con las que usted pagaba en negro la reforma de su sede. Bárcenas y el PP compartían porque Bárcenas y el PP eran lo mismo. Por eso usted jamás va a ser creíble en materia de corrupción”.

El líder del PSOE realizó ese segundo discurso leyendo en varias ocasiones los papeles que había llevado a la tribuna de oradores, lo que aprovechó Mariano Rajoy para acusarle de “llevar preparada la réplica”, algo que “hace imposible el debate”. El presidente del Gobierno cerró el cara a cara con Sánchez cargando duramente con el secretario general: “No ha dado la talla. Ya no sé si le preocupa más el señor Iglesias o la señora Díaz […]. Ha sido usted patético”.

Una vez acabado el cara a cara, dirigentes del PSOE muy próximos a Pedro Sánchez han admitido que, efectivamente, el secretario general llevaba ya preparada, y escrita de antemano, la réplica al presidente del Gobierno.

Enfado por la escena de la bandera andaluza

En pleno duelo entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, el diputado andaluz Manuel Pezzi aprovechó una referencia del presidente del Gobierno a las políticas de la Junta para desplegar una bandera de Andalucía.

La escena no gustó a Pedro Sánchez, que intercambió impresiones con Miguel Ángel Heredia, secretario de organización del Grupo Socialista, y considerado el “delegado de Susana Díaz” en el Congreso de los Diputados.

Uno de los dirigentes socialistas más próximos a Sánchez comentó posteriormente, a la salida del hemiciclo: “Pezzi, como los caminos del Señor, son inescrutables. Siempre actúa así en las comisiones a las que acude”. Este dirigente quiso dejar claro, así, su malestar por la actitud del diputado andaluz.

“Ha desquiciado a Rajoy”

En lo que coincidieron altos cargos socialistas preguntados por ECD a la salida del hemiciclo es que Pedro Sánchez había logrado los tres objetivos que se planeó de cara al debate sobre el estado de la nación.

En concreto, los colaboradores más cercanos a Sánchez dieron mucha importancia al hecho de que el secretario general hubiera “desquiciar” a Mariano Rajoy, algo que no consiguió, en su día, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Los dirigentes del PSOE consultados aseguran que el presidente “ha actuado como líder de la oposición frente a Pedro”, algo que “pone en valor la figura de Sánchez” de cara a las batallas electoral a las que tendrá que hacer frente en los próximos meses.

Fuentes populares, por su parte, explicaron que el enfado de Mariano Rajoy, que estuvo detrás de la descalificación que hizo, se debió sobre todo a que Pedro Sánchez, hablando de la corrupción, tachó de “sinvergüenzas” a la globalidad de los diputados y al conjunto de los militantes del Partido Popular.

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