“Ya están aquí los becarios”: La Policía cree que tras las cuatro bombas de Cantabria hay una campaña de ETA para adiestrar a sus ‘cachorros’

Fuentes de la lucha antiterrorista a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital aseguran que los atentados perpetrados el pasado domingo en municipios cántabros fueron obra de jóvenes radicales que la banda terrorista ETA acaba de incorporar a la organización.

De hecho, la información que maneja el departamento de Alfredo Pérez Rubalcaba es que estos militantes novatos de ETA están aprendiendo y practicando el ‘modus operandi’ de la banda en este tipo de acciones consideradas “menores”.

En efecto, la escasa potencia de las bombas, la temprana llamada de aviso y la cercanía de los objetivos con el País Vasco hace sospechar a las Fuerzas de Seguridad del Estado que la banda terrorista está “rodando” a sus ‘cachorros’ –miembros jóvenes e inexpertos procedentes de la kale-borroka- en la preparación y colocación de explosivos.

Incluso, un alto cargo del Ministerio del Interior, tras conocer los detalles de los atentados, ha llegado afirmar en privado: “ya están aquí los becarios” de ETA.

Estos ejercicios de instrucción de novatos se basarían en varias etapas: elección de objetivos, fabricación de explosivos, colocación en escenarios reales, planificación de vías de escape y aviso previo de bomba para crear eco social.

Tal y como confirman a este confidencial fuentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, estas campañas estarían supervisadas directamente por algún miembro con experiencia y formación de la banda que ejercería las labores de ‘tutor’.

Las primeras declaraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba, Ministro de Interior, nada más conocer la noticia apuntan un mensaje claro hacia posibles nuevos ‘fichajes’ de la banda: “Ingresar en ETA es la mejor forma de asegurarse una estancia en prisión”.

Interior piensa en el Comando Vizcaya

Los servicios de Información del Ministerio del Interior sospechan que el ‘comando Vizcaya’ está detrás de estas cuatro bombas. Para ello, se basan en dos circunstancias. La primera es que la llamada de aviso la recibieran los bomberos de Vizcaya.

La segunda circunstancia sería el error que cometieron quienes telefonearon en nombre de ETA, ya que en un principio afirmaron que las bombas habían sido colocadas en la localidad cántabra de Castro Urdiales, situada a quince kilómetros de Laredo.

Según fuentes del Ministerio del Interior, estos artefactos han cogido ‘fuera de juego’ a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que no se esperaban una campaña de este tipo –amplíe más detalles pinchando aquí-.

Similitudes con la campaña veraniega de 2006

Según varios expertos en la lucha antiterrorista, estas supuestas “campañas de instrucción” no son nuevas. Durante el verano de 2006, ETA llevo a cabo una serie de atentados en zonas turísticas del norte de España. El 7 de agosto del mismo año, la banda hacía estallar dos artefactos en la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera y en Ribadesella.

En este último caso, la colocación de la bomba coincidió con el descenso internacional del río Sella, que multiplica esos días la población de la localidad asturiana. En ambos atentados, se utilizaron artefactos con una carga de apenas 200 gramos de titadyne.

Las similitudes entre ambas operaciones terroristas no se limitan a la capacidad del explosivo utilizado. La vía de acceso más sencilla desde el País Vasco hasta las tres comunidades cántabras –Noja, Laredo y San Vicente de la Barquera- es la carretera nacional 634.

Curiosamente, en la madrugada del domingo, un artefacto hizo explosión contra una sucursal bancaria en Getxo, localidad vizcaína que se encuentra a cuarenta minutos de Laredo por la nacional 634. A medio camino entre ambas poblaciones, se encuentra Trápaga, a la que también atraviesa la N-634.

Todos estos datos apuntan a que la banda terrorista ETA podría estar utilizando esta carretera como acceso a sus objetivos y vía de escape posterior, explican las fuentes policiales.