Pretende influir en la elaboración de los próximos Presupuestos

Primera condición de Ciudadanos para pactar con el PP: ni un euro de más para el AVE

Aceptan la terminación de las obras proyectadas y licitadas, como la línea a Galicia, pero no admitirán sobrecostes ni nuevas inversiones con cargo a las cuentas públicas

Luis Garicano, Albert Rivera y Manuel Conthe.
Luis Garicano, Albert Rivera y Manuel Conthe.

Ciudadanos no se lo va a poner fácil al PP para llegar a pactos después de las próximas citas electorales. El AVE va a ser uno de los principales campos de batalla. El partido de Albert Rivera ya ha marcado unas líneas rojas como condición para negociar acuerdos en relación a la inversión del Estado en alta velocidad.

La primera cláusula de la formación de Albert Rivera, ya conocida, para alcanzar acuerdos con otros partidos es que deben estar limpios de imputados judiciales.

Pero no va a ser la única exigencia que van a poner encima de la mesa durante las negociaciones para llegar a pactos post electorales. La siguiente más importante, aseguran, va a estar relacionada con el AVE.

La propuesta, anunciada esta semana por Luis Garicano sin apenas concreción, ha generado ya un gran revuelo. Ciudadanos apuesta por redirigir la inversión del país desde la alta velocidad hacia la innovación. Contempla construir lo que ya está presupuestado y evaluar rigurosamente todo lo demás para que no se construya ni un kilómetro de AVE que no tenga sentido económico.

No aceptarán sobrecostes, ni más inversión

Según ha sabido El Confidencial Digital, de fuentes próximas al partido de Albert Rivera, Ciudadanos ha establecido ya los límites en los que no está dispuesto a ceder en este asunto. Trasladará al PP, en concreto, que apoya finalizar las obras de líneas de alta velocidad que ya están licitadas y proyectadas, como es el caso del AVE a Galicia.

Pero también que vigilará al milímetro las partidas que se destinan a esos trabajos: no va a aceptar sobrecostes, ni modificaciones de presupuesto. Insistirán, en cada caso, en que las obras se ejecuten a los precios a los que fueron adjudicadas en su momento: ni un euro más.

Se opondrán en redondo, eso sí, a poner en marcha aquellos proyectos en fase de planificación o contratación, como es el caso, explican, de la conexión entre Burgos y Vitoria, en la que todos los tramos se encuentran aún en fase de redacción de proyecto.

Identificados ya los tramos adjudicados

Según las fuentes próximas al equipo económico que lidera Garicano, Ciudadanos tiene identificados también los tramos en los que las obras ya están adjudicados. Las líneas, por tanto, que estarían dispuestos a finalizar, aunque siempre sin un aumento de inversión.

Es el caso, por ejemplo, de los tramos que forman parte de las líneas Zamora-Lubián y Lubián-Orense, pertenecientes a la conexión entre Madrid y Galicia.

Una situación similar existe en la línea entre Murcia y Almería, donde las obras de plataforma de al menos 6 de los 21 tramos están ya adjudicados.

 

Condición para apoyar los Presupuestos

Las fuentes del partido de Albert Rivera, a las que ha tenido acceso ECD, explican que Ciudadanos no va a desaprovechar la fuerza que prevé conseguir en las próximas citas electorales, y se propone influir en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado del año que viene en la línea de reorientar la inversión en alta velocidad.

Recuerdan que en el pasado otras formaciones, como CiU o UPyD, ya habían lanzado esta misma propuesta sobre el AVE, pero no contaban con las mayorías parlamentarias suficientes para que fuera tomada en consideración por el Gobierno de turno.

Los corredores del AVE no son sostenibles

Según las fuentes consultadas, para proponer esta revisión de la inversión en alta velocidad el equipo de Luis Garicano se apoya también en un exhaustivo estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

El documento es contundente: concluye que ninguno de los cuatro grandes corredores del AVE en España es sostenible.

En concreto, sostiene que el AVE Madrid-Barcelona sólo recuperará a largo plazo el 46% de la inversión realizada para su construcción, mientras que en la línea Madrid-Sevilla ese porcentaje baja hasta el 11%, y en el corredor de Levante, al 10%.

En el caso del trayecto Madrid-Valladolid, los ingresos no cubren ni siquiera los costes variables, por lo que cada viajero que la utiliza le cuesta dinero al Estado en forma de subvenciones.

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