Problemas para los programas de cooperación en Afganistán. Los trabajadores de Tragsa no quieren ir al país: les rebajan los sueldos y el riesgo va en aumento

Este programa suele contar con cerca de trece trabajadores pero en estos momentos y según fuentes oficiales de Tragsa “Afganistán está parado porque no hay nadie que quiera ir”. Este portavoz desmiente la versión oficial del Gobierno asegurando que “en Afganistán existe una guerra”. La corporación, presidida por María Luisa Graña, explica que la complicada situación del país asiático ha llevado a la mayoría de empleados a no aceptar las propuestas laborales.

Uno de los trabajadores de Tragsa que ya ha pasado por Afganistán cuenta a El Confidencial Digital  que “la gente no quiere ir a Afganistán  porque les ofrecen menos dinero que otros años”. Añade que “los trabajadores se han enterado de lo que se ganaba antes y ahora no se arriesgan a ir”. Al ser preguntado por su posible vuelta al país afirma “si me pagaran como antes me iría pero ahora no me sale rentable”.

“Es duro trabajar allí, estás en medio del desierto, no puedes salir del cuartel- los trabajadores están protegidos en todo momento por las tropas españolas- y tampoco ir a la calle sin protección”, asegura. Esta fuente indica que existen otros destinos en los que también trabaja TRAGSA que son mejores y más seguros. Cita como ejemplo el caso de Líbano asegurando que “estamos mejor porque residimos en un hotel y en una zona sin conflicto”.

La situación a día de hoy en Afganistán se ha recrudecido. Los españoles han abierto dos nuevos puestos avanzados, uno en Sang Atesh y otro Sabzak, para mantener el control en la provincia afgana de Badghis. Ayer mismo se registró un ataque contra un convoy en el que viajaban soldados españoles aunque la peor parte se la llevaron los italianos: dos fallecieron y otros dos resultaron heridos.

La estancia de los trabajadores civiles, en la mayoría de casos ingenieros técnicos, tiene una duración de un año. Lo habitual en este tipo de trabajos es alternar tres meses de trabajo con uno de vacaciones. Las actividades principales son la construcción de hospitales, carreteras, escuelas y redes de abastecimiento de agua. Entre los años 2006 y 2009 AECID ha invertido de forma directa en la provincia de Badghis 133 millones de euros.

Algunos de los últimos trabajos realizados por la AECID en la zona son:

-- La carretera que une la localidad de Qala-e-Now con la de Herat, la capital de la provincia vecina. Del trayecto entre ambas localidades se han arreglado 55 de los 140 kilómetros de carretera.

-- La AECID ha colaborado en la construcción de la pista de aterrizaje para aviones en Qala-e-Now, que permitirá mejorar las comunicaciones aéreas y la llegada de más ayuda.

-- Construcción de  un parque de maquinaria  con el objetivo de que el Gobierno afgano pueda encargarse en el futuro de arreglar las carreteras y reparar las ya construidas que se hayan deteriorado.

El compromiso de España con la región aumentará durante los próximos años con una inversión de 60 millones de euros el 2011 y el 2012. La provincia de Badghis, en el que España está asentada desde 2005, tiene casi medio millón de habitantes y es una de las zonas más pobres del país.