“Prohibido ir a por ellos”. Las tropas españolas en Afganistán tienen vetado atacar los reductos talibanes

Las reglas de enfrentamiento para los militares españoles en Afganistán son restrictivas. Y una de las consecuencias es que tienen “prohibido ir” a por los talibanes en sus reductos seguros.

Según las fuentes consultadas por El Confidencial Digital, la previsión para los comicios locales de agosto no es positiva para las tropas españolas. Los países aliados advierten del progresivo empeoramiento de la situación y el ministerio que dirige Carme Chacón cuenta con los datos de Inteligencia que lo confirman e incluso señalan que será más negativo para los soldados españoles.

Algunos de los datos actualizados sobre la situación en la zona que maneja el Estado Mayor de la Defensa señalan que los militares españoles corren peligro continuo. Otros inconvenientes transmitidos son los siguientes:

-- La guerra en Afganistán está siendo costosa para todas las partes implicadas. Los talibanes, por ejemplo, han necesitado reponer algunos arsenales. Y sus responsables principales han logrado conseguir con el tiempo armamento de mayor calibre. Las elecciones locales servirán de escenario para probar nuevas adquisiciones, aunque no han trascendido más detalles. De momento, las tropas españolas ya han sido avisadas de que el calibre empleado por los talibanes contra los convoyes militares y patrullas aumenta.

-- La coordinación talibán es cada vez eficiente. Las motos que emplean para observar los movimientos de los militares es el medio de transporte más empleado para aumentar su presencia cuando se producen emboscadas. Las comunicaciones que emplean son también más cualificadas.

-- Sus movimientos más recientes han llevado a concluir a los analistas de Inteligencia militares que los talibanes quieren ampliar su radio de control a zonas ‘recuperadas’ por los aliados u otras sin presencia de militares, para hacer la guerra también en la retaguardia.

-- De la consecuencia anterior se desprende también que los insurgentes están aumentando la práctica de la extorsión a los dirigentes locales y provinciales afganos. Si estos responsables no comulgan con sus pretensiones llegan incluso a amenazar directamente al afectado o sus familiares más próximos. En los últimos meses, los talibanes han obtenido para su causa un apoyo mayor entre los responsables por estas medidas de intimidación que en algunos casos han pasado de la amenaza al atentado.

-- La población tampoco se libra de las amenazas de los insurgentes. Los militares españoles han detectado que el nivel de confianza de la población en su zona de responsabilidad no ha decrecido, pero sí que la aceptación está disminuyendo así como la colaboración a pesar de los agasajos que se les ofrece en cada visita.

 

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