En Génova preocupa que el caso se generalice

La sombra de la Púnica se extiende sobre el PP de Valencia tras la dimisión de una diputada regional

María Bernal, presente en informes de la UCO sobre la trama, dejó el acta el lunes. Otro de los investigados, Víctor Soler, se resiste a abandonar sus cargos

Víctor Soler e Isabel Bonig.
Víctor Soler e Isabel Bonig.

El juicio por la Púnica está causando estragos en el PP de Madrid. En las últimas semanas, se ha conocido que el partido pagó con dinero público a la trama para mejorar la reputación on line de Esperanza Aguirre e Ignacio González y, además, Francisco Granados ha señalado directamente a Cristina Cifuentes. Ahora, las investigaciones de la trama apuntan a los populares valencianos.

Según explican a El Confidencial Digital dirigentes del PP, en el partido ya “hay consciencia” de que las pesquisas de la UCO no se están centrando únicamente en Madrid: han puesto el foco en cargos de la formación en la Comunidad Valenciana y, a nivel interno, no se descarta, en absoluto, que las imputaciones se extiendan también a esta región.

La dimisión de María Bernal

Estas sospechas, que tanto Génova como la ejecutiva autonómica tienen desde hace varias semanas, han ido a más desde el pasado lunes, cuando la diputada en Las Cortes Valenciana, María Bernal, anunció, su renuncia al escaño alegando “motivos personales y profesionales”.

La decisión, que ha pillado a muchos de sus compañeros por sorpresa, era esperada por la dirección regional, que conocía, desde hace tiempo, que el nombre de Bernal figuraba en varios informes de la OCU sobre la trama Púnica.

La hasta el lunes diputada autonómica trabajó en Eico Online Reputation Management a las órdenes de Alejandro de Pedro, considerado uno de los “conseguidores” de la Púnica e imputado por seis delitos. Bernal, en esa época, “gestionó la reputación en Internet” de la entonces consejera madrileña de Educación, Lucía Figar, también impitada por la Púnica.

Después, explican desde el PP de la Comunidad Valenciana, “De Pedro la presentó a Alberto Fabra, que decidió incluirla en las listas del partido a las autonómicas de 2015”. Apenas unos meses después, ya en 2016, el partido conoció que la joven diputada aparecía en los informes de la Guardia Civil sobre la Púnica.

Desde entonces, afirman las fuentes consultadas, el partido siempre ha estado “pendiente” ante cualquier decisión de la propia Bernal. Por tanto, su dimisión del pasado lunes ha hecho sospechar al PP de la región que puede haber “novedades” sobre la ya ex diputada regional y la ramificación de la Púnica en la Comunidad.

Víctor Soler se resiste a marcharse

Un caso similar al de María Bernal es el de Víctor Soler. El también parlamentario en las Cortes Valencianas es además presidente del PP de Gandía y vocal en la ejecutiva regional del partido. Y su nombre, como el de su ex compañera de escaño, también ha aparecido durante las investigaciones de la trama.

Así, en enero del año pasado, el juez Velasco solicitó su imputación después de leer el informe de la UCO en el que se transcribían conversaciones entre Soler y De Pedro, que dejaban entrever la existencia de pagos irregulares de servicios de reputación online para el ex alcalde de Gandía, Arturo Torró.

Desde entonces, tanto el PP de la Comunidad Valenciana como el propio Soler han permanecido, como en el caso anterior, a “la espera” de cualquier nuevo paso del juez.

 

Ahora, explican las fuentes consultadas, en el partido se apuesta por que el presidente del PP en Gandía dé un paso atrás para no perjudicar a la formación, ante la amenaza de nuevas informaciones contrarias. Una postura que ya se le ha dejado caer al diputado y edil y a la que él hace oídos sordos: No piensa dimitir”, explican sus compañeros.

...y explota el “caso Agramunt”

En medio de esta marejada en el PP valenciano a cuenta de la Púnica, el partido padeció ayer otro duro revés, después de que se difundiera que la Comisión independiente que investiga supuestos casos de corrupción en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) haya señalado en un informe que tiene “fuertes sospechas” de que el ex presidente de la Asamblea, el senador del PP por Valencia Pedro Agramunt, fue partícipe de “actividad de naturaleza corrupta”.

El informe se retrotrae a la misma elección de Agramunt como presidente de la Asamblea, en la que apunta a que Azerbaiyán “desempeñó un papel”, “incluso con financiación”, y que su campaña fue dirigida por Muslum Mammadovquien fue lobista para Bakú.

Además, la Comisión independiente asegura que existen numerosos ejemplos que indican que el senador 'popular' defendió los intereses azeríes a la hora de tomar decisiones en la Asamblea.

Esta información, unida a la amenaza de la Púnica, está provocando que cunda el desánimo en el PP de la Comunidad Valenciana. Un dirigente, consultado por ECD, se manifiesta en los siguientes términos: “Hay una sensación de psicosis total. Esto es una sangría y algunos pensamos que esto no ha hecho más que empezar...”.


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