Radiografía de la actual ETA: 300 pistoleros, un ‘comando’ en Vizcaya, mayoría de ‘legales’ inexpertos, preocupación por el perfil más violento de la cúpula

La información procede de fuentes policiales de alto nivel, que trabajan todos los días, también sobre el terreno, en la investigación y la lucha contra ETA. Estos son los datos más recientes:

-La cúpula ‘política’ de la organización está liderada por Juan Cruz Maiztegui Bengoa, alias ‘Pastor’, un veterano terrorista apodado por las Fuerzas de Seguridad ‘El abuelete’ y del que se tiene poca información.

-No obstante, según fuentes de la lucha antiterrorista, quien verdaderamente manda en ETA es José Luis Eciolaza Galán, ‘Dienteputo’, su número dos y con un perfil violento.

-‘Dienteputo’ es quien ha salido reforzado del último cónclave etarra: a él le achacan la decisión de poner muertos sobre la mesa cuanto antes y de obviar cualquier propuesta negociadora con el Gobierno.

-Interior cree que la banda recrudecerá su ofensiva terrorista a lo largo de este verano. Un estío, creen tras analizar las últimas acciones (incluida la bomba contra la sede del PSE en Durango), con atentados, pocos pero contundentes.

-La dirección ‘militar’ de la banda, encargada de preparar y cometer los atentados estaría compartida por varios etarras, todos ellos jóvenes.

-Se sabe que Iurdi Mendinueta (27 años) y Andoni Sarasola (36) ostentan responsabilidades máximas al frente de los ‘comandos’. A sus órdenes se encuentran aproximadamente tres centenares de pistoleros integrados en la estructura de ETA, una cifra muy lejana a los más de 500 etarras que formaban parte de la ‘tropa’ en los tiempos de Mikel Antza.

-Ese cifra de 300 es relativa. La mayoría de estos pistoleros son ‘legales’. Son etarras que hacen vida normal, trabajan y hacen la compra como cualquier ciudadano. Pero colaboran activamente con ETA, o bien matando (como fue el caso de Beñat Aguinagalde, presunto asesino de Isaías Carrasco e Ignacio Uría) y colocando bombas, o bien alojando a los terroristas y guardando sus armas y explosivos.

-La principal desventaja de contar con un importante número de ‘legales’ es que son terroristas noveles e inexpertos a los que hay que dar el adiestramiento necesario. De hecho, la estancia en la clandestinidad de los etarras se reduce cada vez más gracias a la cooperación policial entre las policías española y francesa.

-La preocupación ahora de ETA es organizar nuevos ‘taldes’. En su día, las Fuerzas de Seguridad sospecharon de la existencia de un ‘comando Itinerante’, sobre todo a raíz del atentado en febrero contra la sede de Ferrovial en Madrid. No obstante, esta opción está hoy descartada.

Algunos cambios

A continuación se resumen algunas características de la ETA actual que han variado en los últimos tiempos con respecto al ‘modus operandi’ adoptado por la organización terrorista a lo largo de sus 50 años de historia:

-Seguridad de sus pistoleros. Las sucesivas detenciones de dirigentes han puesto en duda los métodos de seguridad de la organización.

-En ETA prima ahora garantizar la clandestinidad de sus miembros, algo que ha sido descuidado en la última etapa por la falta de preparación de los nuevos etarras. Se quiere evitar las filtraciones policiales y los ‘chivatazos’ de las últimas operaciones. Por ejemplo, la Policía supo dónde y cuándo se iba a reunir Jurdan Martitegi con sus subordinados –ver noticia-.

-Otra de las tácticas que la banda volverá a aplicar es quemar los coches que utilizan para sus huidas tras cometer los atentados. Esta táctica de eliminar huellas ha sido ‘olvidada’ en los últimos asesinatos (Carrasco, Uría y Puelles).

-Aparato ‘logístico’ o ‘lohi’. Los encargados de suministrar todo el material para perpetrar los atentados están viendo también como sus medios escasean: detonadores, explosivos, pistolas… -véalo aquí-.

-Además, la gendarmería francesa controla cada vez más el robo de vehículos en territorio vecino, por lo que los etarras tienen serias dificultades para hacerse con automóviles.

-Meteórico ascenso. Históricamente, los etarras debían demostrar su valía en la organización a través de sus actos y su valor. Ahora no. La escasez de terroristas ha provocado que en un reducido espacio de tiempo se consiga tener ‘galones’ en la ETA actual. No obstante son pistoleros más inexpertos y con menos visión operativa que sus predecesores, lo cual facilita la labor a la Policía.