Rajoy pasa la pelota a Pedro Sánchez en el debate de investidura
El presidente en funciones fuerza al secretario general del PSOE a lograr ya una mayoría parlamentaria
La ronda de consultas del rey con los representantes de los líderes políticos ha terminado en sorpresa. Si este jueves Mariano Rajoy se mantenía firme en su posición de proponerse ante el rey como candidato para la primera sesión de investidura, en su encuentro en Zarzuela el presidente en funciones ha declinado por ahora el ofrecimiento de Felipe VI.
Un comunicado de la Casa del Rey ha detallado la conclusión de los cinco días de consultas: Rajoy ha declinado la oferta del Jefe del Estado para proponer su nombre al presidente del Congreso y someterse en primer lugar a la votación de investidura.
Después, el presidente en funciones ha comparecido en Moncloa para explicar que no renuncia a presentar su candidatura, pero que por ahora no lo hará porque no tiene todavía los apoyos necesarios.
Es una retirada momentánea, a la espera de ver si realmente Pedro Sánchez consigue una mayoría suficiente. Rajoy se ahorra un debate de investidura inútil, en el que no podía ganar y, en cambio iba a ser triturado por todos los demás grupos parlamentarios, porque las críticas iban a ser unánimes. Se evita ese desgaste.
Ha dejado claro que por parte del PP el candidato es él, y no cederá la opción a otra persona de su partido. Argumenta que hay que respetar el voto, y los españoles han votado mayoritariamente a un partido, el PP, y a su líder.
La explicación a esta sorpresa se encuentra en la rueda de prensa de Pablo Iglesias, anunciando que demandaba ser vicepresidente en un Gobierno de Pedro Sánchez.
Fuentes del Palacio de la Moncloa consultadas por El Confidencial Digital aseguran que la comparecencia del líder de Podemos ha dejado “atónito” a Mariano Rajoy cuando la ha escuchado a media mañana en Moncloa. Y es que su perplejidad ha sido mayúscula, cuando ha caido en la cuenta de que Iglesias estaba directamente repartiéndose los ministros de un Ejecutivo con el PSOE e Izquierda Unida.
Ante este movimiento inesperado, Rajoy ha decidido cambiar su estrategia y jugar sus propias bazas. En vez de insistir en presentarse de inmediato a la sesión de investidura, ha preferido declinar la oferta del rey y así pasar la pelota a Pedro Sánchez, explican en la dirección nacional del PP.
Pasa la iniciativa a Sánchez para que fracase
El líder del PP opta por que Pedro Sánchez sea quien intente conseguir los votos necesarios para ser elegido presidente en el Congreso. Para ello necesita no sólo los apoyos de Podemos, ya que PP y Ciudadanos sumarían en contra más votos que PSOE y Podemos a favor.
Si el secretario general del PSOE fracasa, que es el escenario con el que cuentan en la sede de la calle Génova, en el equipo de Rajoy ya trabajan con una baza sorpresa: proponer a los socialistas que se abstengan en la votación de un presidente del Gobierno que, por primera vez, sería candidato alternativo a Rajoy.
Aunque Rajoy y otros dirigentes del partido han negado reiteradamente la opción de que su líder se retirara a favor de otro miembro del PP –como Soraya Sáenz de Santamaría-, ahora en la calle Génova barajan esta idea.
Eso sí, fuentes de la direccion del PP, a las que ha tenido acceso ECD, dan por hecho que el PSOE también rechazará esta propuesta, ya que ha venido insistiendo en que no apoyará ni a Rajoy, ni al Partido Popular. De ser así, la “jugada” de Rajoy conduciría finalmente a unas nuevas elecciones generales, en las que no se descarta que el presidente en funciones repita como cabeza de cartel.
Además, el líder popular pone ahora en dificultades a Pedro Sánchez porque el día 30 ha de comparecer ante el Comité Federal y tendrá que explicar a los barones del PSOE cuáles son sus planes, y en concreto qué alianzas va a intentar para ser investido.
