Rajoy contempla un adelanto electoral: hacer coincidir las generales con las municipales de mayo
La infraestructura del PP y la movilización de sus concejales y alcaldes para ganar los ayuntamientos le beneficia frente a las carencias territoriales de Ciudadanos
Mariano Rajoy parece dispuesto a no dar un paso atrás que, tal y como ha admitido el PSOE, sería suficiente para desactivar la moción de censura. El presidente del Gobierno no piensa dimitir, pero ya no descarta adelantar elecciones si no prospera el intento de Pedro Sánchez para echarle de Moncloa. La convocatoria de esas generales, no obstante, no sería inmediata.
Según explican a El Confidencial Digital altos cargos del Gobierno y del PP, el presidente es consciente de que una disolución inmediata de las Cortes, tal y como le reclama Albert Rivera, solo beneficiaría a Ciudadanos, que quiere aprovechar la condena de la Gürtel para hacer valer en las urnas su ascenso en las encuestas sobre intención de voto.
En Moncloa y en Génova reconocen que dan toda la credibilidad a esos estudios demoscópicos. No obstante, añaden, esas encuestas no son la única razón para no convocar ahora elecciones: “Acabamos de aprobar Presupuestos, pero aún tenemos que negociar con Bruselas el techo de gasto y, además, aquí seguir gestionando el 155”.
Tres retos, entre otros, que impiden cualquier disolución de las Cortes en los próximos meses, ya que eso supondría “dejar muchas cosas a medias”. Algo que ni Rajoy ni el Gobierno se plantean, en un “momento político delicado”.
Elecciones el 26-M
Ese panorama político, sin embargo, no impide a Rajoy, y al PP, ver que la legislatura está ya amortizada. La aprobación de los Presupuestos permitiría en principio al presidente mantenerse en La Moncloa dos años más, pero el acoso de la oposición tras la sentencia de la Gürtel hace que la continuidad del Gobierno esté más en entredicho que nunca.
Por ese motivo, el jefe del Ejecutivo se ha planteado otra medida, imprevista y de momento secreta, para ganar tiempo para la recuperación del PP y, a la vez, coger con el pie cambiado a Ciudadanos: adelantar a 2019 las elecciones generales, haciéndolas coincidir con las locales, autonómicas y europeas que corresponde convocar en mayo de ese año.
Todos esos comicios se celebrarían el último domingo de mayo, día 26, y, además de provocar una imagen nunca vista en España, con la celebración de hasta cuatro elecciones de forma simultánea, permitiría a Mariano Rajoy tener una ventaja competitiva de la que Albert Rivera no dispone en estos momentos: una infraestructura territorial que puede resultar clave.
Alcaldes y cargos locales, movilizados
Según las fuentes consultadas, el adelanto buscaría, no solamente cortar la actual dinámica de crecimiento en Ciudadanos, sino también beneficiarse de un poder orgánico en toda España del que no dispone la formación naranja, lo que le puede pasar factura en una jornada electoral de este tipo.
Así, recuerdan desde Génova, en los comicios locales se ven implicados la mayoría de los cargos y dirigentes el partido a nivel local, en pueblos y capitales, donde estarán en juego ayuntamientos, diputaciones y cámaras autonómicas. Y por tanto, esas bases se movilizarán con toda intensidad para ganar apoyos y conseguir votos que les garanticen mantener sus puestos o conquistarlos de nuevo.
Esa movilización se centrará en llegar a amplios sectores sociales, y por tanto a la captación de votos no solo para los ayuntamientos, sino también para el Congreso y el Senado. Es decir, propiciará un buen resultado en las generales.
En el caso de Ciudadanos, al carecer todavía de implantación en todo el territorio nacional, esa dinámica no se producirá. Y por tanto se verán perjudicados por hacer coincidir las elecciones municipales y autonómicas con las generales.
No habrá congreso extraordinario previo
Ese calendario electoral que maneja Rajoy encaja, además, con el calendario orgánico en el que trabajan tanto en Moncloa como en Génova, y que tiene como objetivo prioritario evitar un congreso extraordinario del PP hasta después de los comicios de mayo.
Así, tal y como se informó ayer en estas páginas, tanto el presidente como la dirección nacional del partido descartan activar ya el debate sucesorio de Mariano Rajoy, tal y como algunos reclaman tras la sentencia de la Gürtel. Y, precisamente por eso, no se va a celebrar un cónclave de esas características hasta esa convocatoria electoral.
De esta forma, el PP se garantizaría una estabilidad interna hasta los comicios y, además, podría aprovechar el adelanto electoral para justificar esa ausencia de cambios en el propio partido. Un “dos en uno” en el que ya piensa Rajoy y que cada vez gana más adeptos en Génova 13.
