Reproches de Pedro Sánchez a Susana Díaz por sus llamadas a Mariano Rajoy
Lo considera una deslealtad por dos razones: dio publicidad a su interlocución con el presidente y no informó como otros barones regionales
En plena guerra fría entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, con las conversaciones entre ambos rotas, Susana Díaz telefoneó al presidente del Gobierno en funciones para pedirle un Consejo de Política Fiscal y Financiera para abordar el conflicto entre Montoro y las comunidades autónomas por las deudas de las diferentes regiones. Una iniciativa que no ha gustado en Ferraz.
Según explican a El Confidencial Digital dirigentes del PSOE próximos a Pedro Sánchez, el secretario general “está que trina” desde el pasado viernes, cuando la Cadena SER desveló dos llamadas telefónicas entre Susana Díaz y Mariano Rajoy a cuenta de la financiación de Andalucía y las nuevas exigencias de Montoro.
Fue la presidenta de la Junta quien telefoneó primero al actual jefe del Ejecutivo en funciones para pedir una convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Después, fue el propio Rajoy el que descolgó el teléfono para informar a la andaluza de los planes del ministerio de Hacienda que dirige Montoro.
Ese intercambio de llamadas, y su posterior filtración a la SER, son considerados por Pedro Sánchez como una “deslealtad” a su propia persona y a la estrategia del partido, que no pasaba, precisamente, por el diálogo directo con Mariano Rajoy.
“Quiere escenificar que con ella el diálogo es posible”
Desde Ferraz, el equipo del secretario general interpreta las llamadas entre Díaz y Rajoy como un intento de la andaluza de “escenificar que con ella el diálogo entre PSOE y PP es posible”. Una estrategia que forma parte, en opinión de la actual ejecutiva nacional, de los planes de la presidenta de la Junta de dar el salto a la política nacional.
Por todo ello, desde el entorno de Sánchez dan por seguro que fue la propia dirigente autonómica la que dio a conocer a los medios sus conversaciones con Mariano Rajoy. Una sospecha que ha enfadado aún más al secretario general, que no fue informado de esos contactos.
Las fuentes consultadas destacan que la actitud de la andaluza contrasta con la que han tenido, en la última semana, otros barones regionales del PSOE, que sí consultaron al propio Sánchez la estrategia a llevar en sus conversaciones con el Gobierno sobre la deuda de las diferentes comunidades autónomas.
