Rubalcaba y José Enrique Serrano son el apoyo de Elena Salgado, ahora en sus peores días en la Vicepresidencia. Se reúnen con ella y han entrado también en asuntos económicos

Lo que está teniendo que soportar estos últimos días la vicepresidenta segunda del Gobierno, y responsable de la economía, Elena Salgado, es poco descriptible. Fuentes que tienen acceso a su entorno reconocen que está pasando unos días “muy duros”. Pero para sobrellevarlos tiene a su lado unos apoyos singulares.

Las fuentes a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, que conocen con detalle lo que está ocurriendo en el círculo íntimo de la ministra de Economía, admiten que a Elena Salgado le está costando sobre todo soportar las embestidas europeas, dirigidas a imponer a España la adopción de medidas drásticas para hacer frente a la crisis. Se trata de un coste político, intelectual y de horas de trabajo, pero también desde el punto de vista humano.

Para soportar las presiones, y para que siga fuerte en la vicepresidencia, la ministra está teniendo dos soportes personales y emocionales, en los que –según las fuentes citadas- Elena Salgado “se ha refugiado”, y de los que viene recibiendo orientaciones y consejos sobre cómo capear el temporal, y también para que no se venga abajo. Son Alfredo Pérez Rubalcaba y José Enrique Serrano.

El ministro del Interior y el director del Gabinete del presidente del Gobierno se están reuniendo con Elena Salgado, a veces con plato y cubiertos por medio, para esa tarea de asesoramiento y apoyo, y en algún caso ha habido también encuentros con altos cargos del ministerio de Economía. Incluso se les ha podido ver juntos públicamente.

La ayuda de Rubalcaba y Serrano a la vicepresidenta segunda, además de ofrecerle su apoyo personal para que se mantenga entera y no tire la toalla, se ha centrado en aconsejarle sobre cómo enfocar las líneas comunicativas y cómo trasladar a la opinión pública los mensajes.

La presencia del ministro del Interior y del jefe del Gabinete de Zapatero al lado de Elena Salgado se explica por la vieja amistad y vinculación que mantienen, con Alfredo Pérez Rubalcaba como principal figura. Ya cuando fue nombrada vicepresidenta se contó que Salgado llegaba al cargo a propuesta del Rubalcaba, y de José Enrique Serrano siempre se ha dicho que era “hombre de Rubalcaba”.

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