Debate de investidura

Sánchez hace extensivo a todo el PSOE su “no” al PP, Iglesias se ofrece como su socio y Rivera defiende el pacto con Rajoy

El socialista acusó al candidato de “chantajear” a su partido y a todos los españoles. Duros reproches entre los líderes de Podemos y Ciudadanos

Sánchez, Iglesias y Rivera en el debate de investidura.
Sánchez, Iglesias y Rivera en el debate de investidura.

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera protagonizaron las réplicas a Rajoy tras el discurso del candidato del pasado martes. El líder del PSOE justificó su “no” al PP haciéndolo extensivo a todo su partido y se presentó como alternativa. Iglesias, por su parte, se ofreció como socio del socialista y cargó con contundencia contra Albert Rivera.

La jornada se inició con la intervención del secretario general del PSOE. Su objetivo fundamental fue demostrar que la decisión de dar un “no a Rajoy”, y no abstenerse, era de todo el partido y no solo suya. Algo de lo que, en su turno de respuesta, intentó culparle el presidente del Gobierno en funciones.

Sánchez, además, explicó que su partido no puede ceder al “chantaje” de permitir una investidura de Rajoy que, en el fondo “es un plan de gobierno para cuatro años con la excusa del bien de España”. Por otra parte, recordó que el PSOE ha estado en contra de la reforma laboral y de la política territorial llevada a cabo por el PP en los últimos cuatro años.

Por último, volvió a hacer énfasis sobre la corrupción en el PP: “La suma letal de corrupción, mala gestión económica y de desigualdad a la que su Gobierno ha arrastrado a España no desaparece tras un proceso electoral, ni se sobresee en una investidura, por lo que se requieren nuevas políticas”.

Pablo Iglesias, por su parte, aprovechó su intervención para transmitir tres ideas diferentes: la seguridad de que Podemos nunca se moverá del “no” en la investidura; la “resistencia” de Pedro Sánchez frente a las presiones para que se abstuviera, y el papel de “marioneta” de Ciudadanos en los pactos de investidura.

Al líder del PSOE, de hecho, le volvió a tender la mano para buscar un acuerdo e impulsar una opción de gobierno alternativa. No obstante, luego volvió a recordar el desembarco de Felipe González y y Elena Salgado en consejos de administración de empresas del Ibex.

Para Albert Rivera tuvo palabras mucho más duras. Le acusó de ser “la muleta de los poderosos” y le calificó como “el chicle de MacGyver del régimen”, ya que “vale para todo” (en referencia a los pactos alcanzados tanto con socialistas como populares.

El líder de Ciudadanos, por su parte, defendió los dos acuerdos sellados con Pedro Sánchez y Mariano Rajoy. Del primero dijo quera “obligatorio” tras el no al rey del presidente del PP. Y del sellado ahora con éste, ha asegurado que “no voy a jugar a buscar diferencias sino semejanzas” con los documentos firmados en ambos casos.

Además, justificó esos apoyos asegurando que “por una decisión de una ejecutiva o por un cargo no podemos tener paralizado el país”. En ese sentido, aseguró que “en su día critiqué que Rajoy no se sumara a nuestro acuerdo con el PSOE y ahora hago lo mismo con Sánchez por no hacer lo propio”. Sobre ese asunto, concluyó que “están más cerca de lo que piensan”.

Por último, quiso también responder a Pablo Iglesias: “Yo no voy a insultar a los votantes de otros partidos ni a ex presidentes del Gobierno. Yo estoy orgulloso del pasado de este país y de la opción del nuevo centro que representa Ciudadanos”. Además, le aseguró: “Mientras ustedes pedían el CNI, nosotros la dación en pago”. Por último, le aseguró: “Yo soy de hombres de Estado como Suárez, mientras usted lo es de personas como Otegi”.

 

El “y lo sabe” de Sánchez y las notas de Soraya

A las 9:04’ Pedro Sánchez, líder del partido con mayor representación parlamentaria, ha comenzado su intervención jaleado por la bancada socialista, que se ha mostrado en los primeros compases excesivamente ruidosa: jaleos, aplausos e incluso algún abucheo que, sin embargo, no han requerido de la intervención de Ana Pastor.

La presidenta del Congreso se ha mostrado muy conciliadora durante la alocución del líder socialista: a su ataque de “señora Pastor ha dejado usted el Congreso por los suelos” ha respondido calmando las protestas de los populares. Tampoco ha interrumpido el discurso, a pesar de que Sánchez se ha excedido en nueve minutos de la media hora establecida.

Durante toda la intervención, los ‘números dos’ de los distintos partidos han tomado notas sin descanso para perfilar los discursos de sus líderes al respecto: Carolina Bescansa en el caso de Podemos, Juan Carlos Girauta por parte de Ciudadanos y Soraya Sáenz de Santamaría en beneficio de Rajoy.

En concreto, a la vicepresidenta se le ha visto muy activa a lo largo de la alocución del líder del PSOE. A medida que Pedro Sánchez recurría a la ‘maldita hemeroteca’ en sus reproches a Rajoy, esta sonreía e iba entregándole al candidato a la investidura los datos que contradecían las tesis del socialista.

Una tesis que ha sido muy dura con Mariano Rajoy, al que ha acusado de faltar a la verdad con apelando a un meme habitual en las redes sociales. En el momento en que ha dicho “Miente y lo sabe” a todos los presentes se les ha venido a la cabeza la imagen de Julio Iglesias señalando al espectador.

Esta frase se incluía en las hojas que Pedro Sánchez ha llevado consigo al atril. En su caso, organizaba los folios en función de las ideas que trasmitía: a un nuevo concepto, una nueva página.

Como era previsible, su grupo parlamentario le ha recibido en pie y con aplausos al finalizar su discurso. Momento que Pablo Iglesias ha aprovechado para salir un momento del hemiciclo.

Sí ha sorprendido la ausencia de su mujer en la tribuna de invitados, en la que que algunos de los presentes no han podido evitar echar una cabezadita.

Gritos de “Ole Rajoy”

En su contestación, Mariano Rajoy ha vuelto a hacer gala de la ironía que mostró en la sesión de investidura de Pedro Sánchez en marzo. Ha empezado su intervención reconociendo que, por mostrarse conciliador, le había tratado “con más deferencia de la habitual. Ya podía hacer usted lo mismo”, le ha recriminado.

Frase que, como las que le han sucedido han generado los carcajadas en su partido, las medias sonrisas de Ciudadanos y la seriedad absoluta entre los socialistas. Este tipo de expresiones ha despertado, incluso, los ánimos desde la tribuna superior. Llegado el momento se ha podido escuchar hasta un “¡Muy bien Mariano!” y “¡Olé Rajoy!” desde arriba.

Un apoyo que, a pesar de estar muy próximo, apenas ha escuchado Pablo Iglesias, ya que el líder de Podemos ha pasado la mayor parte del debate entre Sánchez y Rajoy repasando el discurso que va a pronunciar a continuación.

El historicismo de Unidos Podemos

Por presentarse en coalición, los líderes de Podemos, En Comú Podem, Izquierda Unida y En Marea han tenido que repartirse los tiempos de intervención.

Todos ellos, excepto la filial gallega, han coincidido en dos aspectos: sobrepasar ligeramente los minutos repartidos para cada uno y hacer referencia a algún personaje histórico. Iglesias alertando sobre el turismo de Cánovas del Castillo, Doménech  con una cita de Manuel Azaña y Garzón comparando a Rajoy con el profesor Mengele, médico del régimen nazi.

En esta línea, el líder de Podemos ha asegurado que con el PP no quieren ir “ni a la vuelta de la esquina”, algo que -por sus rostros- casi han celebrado muchos diputados populares. Todo lo contrario que los de los escaños de Ciudadanos, que expresaban su perplejidad ante el baño de insultos recibidos por Albert Rivera: el calificativo más dulce que le ha dirigido es el de “chicle de MacGyver del régimen.

Como no podía ser de otra manera, ha terminado su intervención abrazando -esta vez sin beso- a Xavier Domènech, cuyo discurso ha destacado por la dificultad de entenderse. No a nivel ideológico sino de dicción, tal y como se ha visto comentar a Rajoy y Sáenz de Santamaría.

A continuación, Alberto Garzón ha subido sin discurso: unas pequeñas anotaciones le han servido para elaborar una intervención que ha terminado con su ya tradicional “¡Salud y república!”. La única parte a la que ha atendido la cúpula de sus socios de Podemos ya que Iglesias, Errejón Montero han pasado los tres minutos y medio con los que contaba Izquierda Unida pendientes de Twitter.

La portada que Rivera no ha mostrado

El turno de las réplicas, como ya ocurrió en el anterior, ha sido empleado por Albert Rivera para preparar su intervención. Instantes antes de subir a la tribuna una azafata del Congreso se ha acercado con una carpeta de Ciudadanos que contenía una portada el ‘El País’. A pesar de subirla al atril, finalmente ha decido no mostrarla.

En la tribuna de invitados estaba toda la plana mayor de Ciudadanos: Fernando de Páramo, Inés Arrimadas, Ignacio Aguado, Begoña Villacís y Antonio Maíllo han apoyado a su líder, que se ha pasado parte de su intervención quejándose de la falta de tiempo.

Motivo por el que, quizá, ha superado en diez minutos el tiempo del que disponía para desesperación de Ana Pastor, quien se ha pasado gran parte de ellos pulsando la pantalla para hacérselo saber a Albert Rivera.

De igual manera, no ha querido atajar el ruido de fondo -mayor que en anteriores discursos- que ha acompañado toda la intervención del líder naranja. Este, sin embargo, no ha impedido hacer de “comentaristaa Pablo Iglesias para mostrar su desacuerdo ante la mención que Rivera ha hecho sobre la dación en pago.

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