El viernes y el sábado pasado

Sáenz de Santamaría y Jorge Moragas llamaron de urgencia al PNV para evitar la pérdida de Álava y Vitoria

Hablaron en nombre de Rajoy con el presidente del partido, Andoni Ortuzar, y se le transmitió el siguiente mensaje: “Somos amigos, no podéis traicionarnos”

Mariano Rajoy e Iñigo Urkullu.
Mariano Rajoy e Iñigo Urkullu.

Moncloa se movilizó, al más alto nivel, para impedir que el Partido Popular perdiera las dos plazas más importantes que conservaba en el País Vasco hasta el 24-M. Hubo llamadas de altos cargos del Ejecutivo al PNV para intentar retener el ayuntamiento de Vitoria y la diputación de Álava.

El Gobierno se encuentra muy preocupado por los resultados electorales en el País Vasco y por el mapa político que ha quedado configurado tras los pactos de la pasada semana. Al entorno de Mariano Rajoy intranquiliza especialmente el desplome del PP en un territorio históricamente popular como Álava.

Los resultados en la provincia son muy decepcionantes. El PP ha obtenido 46 concejales en estas municipales, prácticamente la mitad de los 82 logrados en 2011. En Vitoria capital, sin embargo, con Javier Maroto como candidato, el porcentaje de voto apenas ha descendido, del 29,81% al 29,19%.

Pero lo que más preocupa en el Ejecutivo es la pérdida de los dos únicos grandes feudos que conservaba el PP hasta ahora: el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava, que pasarán a ser gobernadas por el PNV gracias a un pacto con EH Bildu.

Llamadas desde La Moncloa a Bilbao

Cuando comenzaron a llegar las primeras señales de que algo así iba a suceder, altos cargos del Gobierno se movilizaran de urgencia para tratar de impedir un gobierno nacionalista en estas dos instituciones que hasta ahora pertenecían al PP.

Según ha podido saber El Confidencial Digital, Soraya Sáenz de Santamaría y Jorge Moragas contactaron con altos cargos del PNV para solicitarles que recapacitaran en su decisión.[OBJECT]

La vicepresidenta del Gobierno y el jefe de gabinete de Mariano Rajoy charlaron con Andoni Ortuzar, presidente del PNV y hombre encargado de pilotar las negociaciones postelectorales por el partido jeltzale. El lehendakari Iñigo Urkullu, a pesar de la fluida relación que mantiene con Mariano Rajoy, ha sido mantenido al margen de estas conversaciones.

Las fuentes consultadas por ECD aseguran que Sáenz de Santamaría llamó a la sede del PNV en Bilbao el mismo sábado por la mañana en el que se constituía el ayuntamiento de Vitoria. Jorge Moragas contactó con Sabin Etxea el día antes, el viernes.

La vicepresidenta conoce en persona a la cúpula del PNV, ya que en octubre de 2013 viajó a Bilbao para reunirse en privado con Josu Erkoreka, portavoz y consejero del Gobierno Vasco; Aitor Esteban, portavoz nacionalista en la Cámara baja; y el presidente del EBB, Andoni Ortuzar.

Hablaron en nombre de Mariano Rajoy

Tanto Soraya Sáenz de Santamaría como Jorge Moragas hablaron con la cúpula del PNV en nombre de Mariano Rajoy. La conversación, aseguran, se produjo en términos cordiales, aunque el Gobierno no consiguió finalmente lo que pretendía.

 

El jefe de gabinete de Rajoy, primero, y la vicepresidenta, más tarde, pidieron a Ortuzar que, como presidente del PNV, reconsiderara su decisión de pactar con EH Bildu y arrebatar al PP el consistorio de Vitoria y la diputación de Álava.

Desde Moncloa se le advirtió de que una decisión así les podría dañar. El PP había sido la fuerza más votada en la capital alavesa y los ciudadanos no entenderían una maniobra de este calibre:

-- “Somos amigos, no podéis traicionarnos”, fue el mensaje que trasladaron ambos interlocutores en nombre de Rajoy.

Sin embargo, el PNV decidió no atender estas reclamaciones y arrebató la alcaldía al candidato popular, Javier Maroto.

Egibar, detrás del pacto para echar al PP

Fuentes nacionalistas aseguran a ECD que la decisión de apartar al PP del Ayuntamiento de Vitoria corresponde, principalmente, a Joseba Egibar, presidente de la rama guipuzcoana del PNV (GBB).

Se le considera como “extremadamente nacionalista” y el responsable de “pactar con Bildu para echar al PSOE y al PP de las instituciones”. Citan también el caso de Andoain, donde el voto en blanco del único concejal del PNV provocó que el histórico socialista Estanis Amutxastegi haya sido desplazado de la alcaldía.

Egibar, aseguran, quiere echar a los partidos nacionales y de él ha partido el movimiento para arrebatar Vitoria a los populares.

Otros dirigentes del PNV no estaban de acuerdo con apartar a Maroto de la alcaldía.

Las relaciones del Rajoy con el PNV

A pesar de que Soraya Sáenz de Santamaría y Jorge Moragas no consiguieron convencer al PNV, las relaciones del Gobierno central con la cúpula jeltzale han sido hasta ahora cordiales y fluidas.

Rajoy se ha visto en varias ocasiones con Iñigo Urkullu en privado. Algunos encuentros se han producido, incluso, en La Moncloa o en Génova y no han trascendido a la opinión pública.

El presidente del Gobierno considera además al PNV como un posible socio de Gobierno si el PP no revalida su mayoría absoluta en las próximas generales.

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