La verdad de lo que ocurrió con la anulación del viaje de la reina Sofía a Londres. Hubo enfrentamientos Exteriores-Zarzuela pero no orden del Gobierno de suspenderlo

El Confidencial Digital ha podido conocer con detalle la cronología del pulso que mantuvieron la Casa del Rey y Exteriores. Éste es el relato de los hechos:

-- Al producirse la confirmación de que la reina doña Sofía iba a estar presente en los actos de Londres, un alto cargo del ministerio se puso en contacto con La Zarzuela, y en concreto con José Cabrera.

-- La planteó la conveniencia de que doña Sofía renunciara al viaje, ante los sucesos que se venían produciendo en Gibraltar. En ese momento, la Policía del Peñón estaba obligando a los pescadores a abandonar las aguas españolas.

-- Tal como contó ECD, Exteriores trasladó a Cabrera su “preocupación” por la presencia de doña Sofía en el homenaje a Isabel II. Los diplomáticos argumentaban que no era el momento para realizar este desplazamiento, puesto que hacía “un flaco favor a los intereses e imagen españoles, sobre todo frente al Reino Unido”.

-- A pesar del mensaje de Exteriores, la Casa del Rey decidió desmarcarse del ministerio y no anuló el viaje a Londres. La Zarzuela calificó el desplazamiento de la reina de “visita privada”, a pesar de que la invitación de Isabel II no iba dirigida a personas individuales sino a la Corona española.

-- El Ministerio acató resignado la respuesta de La Zarzuela, aunque no estaba de acuerdo.

-- En ese momento, ante la evidencia de que doña Sofía pensaba viajar a Londres, el ministro, García Margallo, declaró que la visita era de carácter “absolutamente privado”, por lo que él tenía “pocas cosas que decir”. El ministro trató de obviar el problema del choque entre intereses de la reina y los intereses generales de la nación.

-- De repente, el ambiente se caldeó en cuestión de horas: se sucedieron varios incidentes en el Peñón, los policías gibraltareños comenzaron a amenazar a los pescadores españoles…

-- En esos delicados momentos, se cruzaron varias notas internas entre los ministerios de Exteriores español y británico. Era el martes de la pasada semana y la tensión iba en aumento.

-- El Gobierno de España expresó, a través de las notas a sus colegas británicos, que el Reino Unido se estaba comportando en las aguas de la bahía de Algeciras, no como un país aliado, sino como un agresor. Exteriores hizo ver que los intereses generales españoles estaban siendo amenazados.

-- El mismo mensaje se trasladó a la secretaría de la reina. Y volvieron a desaconsejar, por segunda vez, el viaje de doña Sofía al Reino Unido.

-- Exteriores insistía, pero la reina seguía resistiéndose a cancelar su viaje.

-- El miércoles fue el día clave. Fue entonces cuando se selló un pacto entre ministerio y La Zarzuela. José Cabrera cedió, pero insistió en que la figura de doña Sofía debía salir lo menos salpicada posible. “Hay que salvar a la reina”, transmitió a Exteriores, y también conservar indemnes los lazos entre las dos casas reales.

-- Entonces, para sorpresa del ministro García-Margallo, la Casa del Rey, por propia iniciativa, envió a varios periodistas un SMS que no había sido previamente consensuado.

-- En ese mensaje, La Zarzuela decía que era un viaje “poco adecuado en las circunstancias actuales”.

-- En Exteriores no gustó el mensaje porque, desde su punto de vista, daba a entender que había sido el ministro quien había prohibido a la reina viajar a Londres, cuando la realidad es que nunca hubo un veto como tal.

-- No obstante, José Manuel García-Margallo, dio diplomáticamente las gracias públicamente por la “extraordinaria sensibilidad” en “acceder a cancelar su viaje”. Con estas palabras, el ministro apuntaba de manera sutil que fue la Casa del Rey la que decidió suspender la visita de la reina.

-- En Exteriores, algunos diplomáticos consideran de que La Zarzuela intentó cargar al ministro las culpas por la suspensión, cuando García Margallo se limitó a desaconsejar el viaje: no hubo una orden como tal.