Soraya no se fía de que Luis de Guindos mantenga controladas a las televisiones
Ha convencido a Alberto Nadal para que continúe en el Ministerio de Industria para consolidar el status favorable que ha conseguido la vicepresidenta
Sáenz de Santamaría no quiere problemas con las televisiones, en un momento clave para que Mariano Rajoy intente formar Gobierno. La presencia de Luis de Guindos al frente del Ministerio de Industria, supervisando al sector que resulta afectado por las decisiones de este departamento, esconde una de las claves de la permanencia de Alberto Nadal como secretario de Estado.
Según explican a El Confidencial Digital fuentes gubernamentales muy próximas a Moncloa, la vicepresidenta le vino a transmitir a Nadal que ahora el Gobierno le necesitaba en el ministerio de Industria y que desistiese de sondear otras opciones profesionales, por ejemplo, en otros puestos internacionales como el FMI.
A pesar de que se ha publicado estos días de que al confirmarse las aspiraciones de Soria como director ejecutivo del Banco Mundial, Alberto Nadal no llegó a formalizar su candidatura, personas de la máxima confianza del secretario de Estado de Energía confirman que no renunció voluntariamente al puesto, sino que fue convencido por la vicepresidenta.
Pese a estar el Gobierno y sus ministros en funciones, Sáenz de Santamaría es consciente de que los secretarios de Estado continúan gestionando los proyectos iniciados y revisando de cerca el presupuesto. Además, con Luis de Guindos centrado en Economía, su aliado Alberto Nadal es, de facto, el máximo responsable del ministerio.
Expedientes y sanciones contra las televisiones
Desde que asumió las funciones de ‘ministro’ de Industria, De Guindos ha venido respaldando al presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, para que concluyera varias investigaciones en marcha, y que afectan a grandes compañías, entre ellas también los grandes grupos mediáticos del país.
Algunos de esos expedientes se encontraban bloqueados durante la etapa de José Manuel Soria. Pero no era el ex ministro quien realmente los mantenía en suspenso, sino que se seguían órdenes de Moncloa.
La vicepresidenta no pasa por alto que el control de la actividad del organismo resulta fundamental ahora con una investidura en marcha y ante unas previsibles terceras elecciones. Le corresponde supervisar al sector que resulta afectado por las decisiones de Industria. Y la incertidumbre de Soraya Sáenz de Santamaría es considerable: no quiere, en este momento, problemas fundamentalmente con las televisiones.
Además, aprovechando la buena comunicación entre ambos, Alberto Nadal mantiene informada a la vicepresidenta de la actividad del Ministerio, y le reporta todas las actas que luego Industria llevará al Consejo de Ministros.
De ese modo, Sáenz de Santamaría tiene conocimiento, antes de su reunión semanal con los secretarios y subsecretarios de Estado, de todo lo que ocurre en este departamento.
