Continuará en Andalucía hasta entonces

El plan de Susana Díaz: moción de censura y presidenta en dos años

Necesitaría una mayoría absoluta que el PP no estará en condiciones de bloquear. Está segura de que Podemos no podrá negarse a derribar a Rajoy

Susana Díaz, en La Moncloa.
Susana Díaz, en La Moncloa.

Susana Díaz no ha abandonado su idea de convertirse en secretaria general del PSOE, pero es consciente de que ahora no puede dar el paso. La guerra entre los críticos y los sanchistas descarta ahora la convocatoria de un congreso extraordinario, que puede posponerse dos años. Justo el tiempo que la andaluza necesita para convertirse en presidenta del Gobierno.

Según explican a El Confidencial Digital dirigentes del PSOE muy próximos a Susana Díaz, la presidenta de la Junta es partidaria de facilitar ahora un gobierno del PP, a través de un acuerdo de mínimos, y luego romper, según avanza la legislatura, cualquier comunicación con los populares y plantear una alternativa a Rajoy.

El plan de la andaluza es el siguiente: evitar unas terceras elecciones que supondrían en estos momentos una debacle para el PSOE y aprovechar los próximos dos años en la oposición para rearmarse. En ese periodo, el partido debe mantenerse con la gestora, para “no reabrir la guerra interna”, e ir creando un discurso contrario al gobierno del PP para después actuar.

Algunos, dentro del partido, apuestan por situar, en ese periodo, a un secretario general “provisional” que calme a los que exigen la celebración inmediata del congreso extraordinario. Ese nuevo líder, sin embargo, no impediría a Díaz dar el salto definitivo a Madrid. Por otro lado, Javier Fernández da el perfil perfecto para esta etapa de transición, en la gestora o como secretario general provisional. 

Moción de censura a mitad de legislatura

Pasados los dos primeros años de legislatura, en los que el PSOE apoyará, por activa (voto a favor) o por pasiva (abstención) los principales proyectos del PP -como los Presupuestos de 2017 y probablemente 2018-, el Grupo Socialista cambiará su estrategia y “afilará el colmillo”, exigiendo a Rajoy una serie de reformas, como la electoral o la de Educación, en las que “es casi imposible el acuerdo”.

Será entonces cuando la acción de gobierno por parte del PP se verá seriamente comprometida. El veto del PSOE a las leyes propuestas desde Moncloa provocará una situación de bloqueo que justificará el gran golpe que prepara Díaz: proponer una moción de censura para hacer caer a Rajoy y situarse ella como alternativa.

Tanto la Constitución como el reglamento del Congreso permitirían que ella fuera presidenta sin tener acta de diputada. El único reto que tendría la andaluza es lograr que la moción reciba el respaldo de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara. En ese sentido, todas las miradas estarían puestas en Podemos.

La relación de Díaz con la formación morada siempre ha sido complicada pero, según dirigentes afines a la andaluza, “resulta impensable pensar que Podemos vote en contra de una moción de censura contra Rajoy”. En cuanto a Ciudadanos, las fuentes consultadas explican que el pacto alcanzado en Andalucía, ha facilitado una “buena interlocución” con Albert Rivera.

Además, desde el equipo de Díaz pronostican que, para cuando se plantee la moción de censura, el PP estará “aún más debilitado” por los juicios que le salpican y que ahora están comenzando, como el de Gürtel, por lo que no será difícil lograr 176 votos a favor de hacer caer al PP. 

Congreso del PSOE tras lograr la presidencia

De lograr ser investida presidenta, Susana Díaz ya estaría dispuesta a presentarse a las primarias y al congreso del PSOE para convertirse en la nueva secretaria general del partido.

 

Para entonces, y siendo la andaluza presidenta del Gobierno, las opciones de Pedro Sánchez, o de cualquier otro, de enfrentarse y vencer a Díaz son nulas. De hecho, apuntan las fuentes consultadas, “nadie con dos dedos de frente se postulará contra alguien que está al frente del país”.

Así las cosas, la actual presidenta de la Junta se trasladará a Madrid a falta de un año para las nuevas elecciones andaluzas. Su plan entonces será situar al frente del gobierno autonómico a alguien de su confianza que mantenga al partido en la región hasta la siguiente convocatoria electoral y, de paso, impulse su propia candidatura a esos comicios.

Una estrategia que, de hecho, ya empleó el propio José Antonio Griñán con ella cuando dimitió en agosto de 2013. La historia, explican las fuentes consultadas, se repetirá en dos años, aunque ahora existe la incógnita de quién puede ser su sucesor en la Junta.

Entre los nombres que suenan, está el de Manuel Jiménez Barrios, consejero de Presidencia; y la consejera de Hacienda de la Junta, María Jesús Montero. No obstante, algunas fuentes aseguran que ésta última tendrá un “papel importante” en la nueva ejecutiva del PSOE que ya diseña Susana Díaz o incluso en su consejo de ministros.

Preocupación en el PP

El posible asalto de Susana Díaz al Gobierno en dos años es un asunto que preocupa, y mucho, en el PP. Dirigentes del Grupo Parlamentario sospechan de las intenciones de la andaluza y, por eso, han pedido a Rajoy que se “blinde” y evite este movimiento.

En ese sentido, se muestran favorables a que el presidente en funciones mantenga su apuesta de poner condiciones al PSOE para pactar la abstención. Unas condiciones que, entre otras cosas, pasarían por acordar la aprobación de los tres próximos presupuestos para evitar una moción de censura a mitad de legislatura.

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