Se entrevistan este lunes en Moncloa

Urkullu dará una sorpresa a Pedro Sánchez: exigirá poder convocar referéndums de autodeterminación

Desconfianza en el Gobierno por un cambio de última hora que va más allá de las contrapartidas ya acordadas por el apoyo del PNV a la moción de censura

Pedro Sánchez e Íñigo Urkullu se reúnen este lunes en La Moncloa, en lo que será el primer encuentro del nuevo presidente del Gobierno con un líder autonómico. En el Ejecutivo se daba por hecho que sería una entrevista de “guante blanco”, que sirva para consolidar la buena relación con el PNV, pero, sin embargo, el lehendakari llega a Madrid con una exigencia que supone todo un reto.


Según cuentan a Confidencial Digital fuentes gubernamentales, Sánchez y su gabinete daban por supuesto que Urkullu aterrizaría en La Moncloa con dos reclamaciones principales: la gestión de las prisiones vascas y de la Seguridad Social, mediante el traspaso de esas competencias por parte del Estado.

Ambas reivindicaciones fueron trasladadas por el lehendakari a Mariano Rajoy hace un año, y ya entonces el Gobierno del PP se mostró dispuesto a negociar esos traspasos. No obstante, la negociación quedó bloqueada por el desafío soberanista de Cataluña y la aplicación del artículo 155.

Sánchez conocedor de esas demandas, empezó hace meses un acercamiento al PNV con el fin de trasladar a los nacionalistas vascos que, si él llegaba a La Moncloa, aprobaría de forma inmediata las dos citadas transferencias.

En esas gestiones, en las que intervino José Luis Rodríguez Zapatero, se adquirió también el compromiso de apoyar la reforma estatutaria que se estaba preparando en el Parlamento de Vitoria.

Urkullu quiere convocar un referéndum

Pedro Sánchez, ahora presidente del Gobierno, se mostró dispuesto a respaldar el nuevo texto del Estatuto, en el que, tal y como pasó con el Estatut catalán en 2006, se jugara con el concepto de “nación”.

En este caso, los nacionalistas vascos habían incluido en su proyecto el concepto “nacionalidad vasca”, y desde el PSOE se les transmitió que Sánchez aceptaría una terminología similar, “identidad nacional vasca”, con la que apoyar el texto una vez llegara al Congreso de los Diputados tras ser aprobado en el Parlamento autonómico.

La hoja de ruta, por tanto, estaba clara, pero un acuerdo de última hora entre PNV y EH Bildu ha alterado los planes: los nacionalistas, junto a los abertzales radicales, han aprobado en la Cámara regional una modificación dentro de la “Ponencia de Autogobierno”, que servirá de base para el Estatuto, y que es toda una “bomba”: la exigencia de asumir la competencia para convocar referendos.

Esa atribución está reservada en exclusiva al Gobierno del Estado, tal y como queda reflejado en el artículo 92,2 de la Constitución. Un artículo al que se acogió en su día Mariano Rajoy para declarar ilegal el referéndum del 1-O en Cataluña.

Ahora, el País Vasco quiere que Euskadi pueda celebrar este tipo de convocatorias, con la mirada puesta en celebrar su propia consulta de secesión.

 

Pánico a un “nuevo Estatut”

Esa reforma acordada por PNV y EH Bildu ha sido rechazada por los socialistas vascos del PSE, pero Urkullu espera conseguir el respaldo del Gobierno a su propuesta. Un escenario que rechazan todos los dirigentes del PSOE consultados, que consideran la medida una “amenaza” para el futuro de España... y del propio partido.

En ese sentido, recuerdan que el Estatut catalán de 2006, que no planteaba la competencia para convocar referéndums, fue la espita que provocó la primera división seria en el Gobierno de Zapatero y el germen de un proceso independentista en Cataluña, que ha tenido en los tres últimos años su apogeo definitivo.

Con ese antecedente en la memoria, las fuentes consultadas por ECD consideran que la exigencia de Urkullu es “totalmente inaceptable” por parte de Pedro Sánchez. Y que, de salir adelante el Estatuto con esa nueva atribución, “nos enfrentaríamos a la mayor crisis política y territorial que se ha vivido en España”.

“Habrá que negociar”

En Moncloa son conscientes de la gran preocupación existente dentro del PSOE. Por eso, el equipo de Pedro Sánchez ha querido calmar a los dirigentes socialistas. El presidente del Gobierno, aseguran, sabe los límites que no puede cruzar, y la transferencia para la convocatoria de referéndums es uno de ellos.

En ese sentido, desde el Ejecutivo vinculan la modificación exprés del texto con una “baza negociadora más” del PNV. Así, recuerdan que el Gobierno Vasco quería reconocer en el Estatuto la “voluntad popular de los vascos para decidir su futuro”, algo que fue rechazado en su día por Pedro Sánchez.

Las fuentes consultadas sostienen que los nacionalistas “amagan ahora” con la exigencia de convocar referéndums con el fin de que el Gobierno acceda a admitir en el texto la “voluntad popular para decidir”.

Por tanto, concluyen, “habrá que negociar” ese punto para evitar que se rompa el acuerdo que Sánchez y Urkullu ya tenían sellado.


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