Vetados los “¡Viva España!” en la cárcel de Oriol Junqueras
Los funcionarios y los presos han recibido la orden de no increpar al ex vicepresidente y los antiguos consejeros de la Generalitat
Oriol Junqueras y los seis ex consejeros de la Generalitat han revolucionado, desde su ingreso en Estremera y Alcalá Meco, el día a día de las dos cárceles madrileñas. Los antiguos miembros del Govern se prodigan poco en las zonas comunes, pero eso no ha evitado que los funcionarios de ambos centros hayan recibido instrucciones precisas para evitar cualquier conflicto.
Según confirman a El Confidencial Digital técnicos de Instituciones Penitenciarias, los trabajadores de Estremera y Alcalá Meco tienen como principal objetivo, desde el pasado jueves, abortar cualquier intento de provocación contra Junqueras y el resto de ex consejeros. La prioridad, explican, es que “ninguno pueda tener quejas sobre el trato recibido en prisión”.
“Vigilancia especial” para todos ellos
La instrucción, explican las fuentes consultadas, se produjo después de conocerse la conversación mantenida por tres policías nacionales que se encargaron de la seguridad durante la comparecencia de los ex miembros del Govern en la Audiencia Nacional y que, tras confirmarse el envío a prisión de todos ellos, hiceron una serie de comentarios fuera de tono sobre Junqueras.
La filtración de esa conversación, y las acusaciones de “maltrato” en el traslado a prisión que hicieron los abogados de la defensa a los guardias civiles han provocado que, en Estremera y Alcalá Meco, los funcionarios estén sometidos a una presión extra: “Nos miran con lupa, tanto desde España como el extranjero, y hay que evitar dar argumentos a los políticos encarcelados”.
Así las cosas, desde el pasado jueves, Junqueras y el resto de ex consejeros están sometidos a una “vigilancia especial”, para que “nadie en la cárcel les diga algo que pueda interpretarse como un ataque o un intento de acoso”.
Ni un “Viva España”
En este sentido, y también teniendo en cuenta la experiencia de los “Jordis” en Soto del Real, los funcionarios de Estremera y Alcalá Meco están poniendo especial atención en que ningún preso moleste a los ex miembros del Govern con comentarios favorables a España.
Las fuentes consultadas por ECD aseguran que Instituciones Penitenciarias tiene “muy presente” las acusaciones de “acoso” realizadas por Jordi Sánchez a los pocos días de ingresar en prisión. El líder de la Asamblea Nacional Catalana pidió que le cambiaran de módulo después de que varios internos le gritaran “Viva España” y le pusieran constantemente canciones de Manolo Escobar.
Después de que se filtrara esa petición, que fue rechazada, un grupo de presos la tienen tomada con él: “Le insultan, le silban, le siguen cantando y le marginan en el comedor”. Una situaciación que, en esta ocasión, no va a repetirse con Oriol Junqueras y los ex consejeros encarcelados.
Así, los funcionarios de Estremera y Alcalá Meco han recibido la orden de evitar cualquier tipo de altercado similar y, además, de abstenerse de hacer comentarios como los realizados por los policías de la Audiencia Nacional. Por tanto, señalan las fuentes consultadas, en ambos centros penitenciarios “nadie dice ¡Viva España! ni cosas similares”.
Pendientes de la tele y la prensa
Esa instrucción se está cumpliendo a rajatabla desde el primer día, aunque realmente “hay pocos momentos de riesgo”, ya que Junqueras y el resto de ex consejeros “se integran poco y están todo el tiempo pendientes de la televisión y la prensa”.
En este sentido, y a pesar de que se ha asegurado que las consejeras Bassa y Borrás se han apuntado al gimnasio y al taller de manualidades en Alcalá Meco, lo cierto es que “ninguno de ellos está haciendo ninguna actividad especial, ya que todos son inscritos en ese tipo de talleres y no hay que realizar solicitud alguna”.
